Para tener derecho a una pensión contributiva de jubilación en España es necesario haber cotizado durante al menos 15 años a la Seguridad Social. Además, dos de esos años deben ser inmediatamente anteriores a la jubilación. Este es un requisito fundamental para poder percibir una pensión contributiva de jubilación.
Sin embargo, desde la Seguridad Social contemplan una pensión de jubilación para aquellas personas que no hayan cotizado lo suficiente a la Seguridad Social. Se trata de la pensión no contributiva de jubilación, que gestiona el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO), y se puede cobrar incluso sin haber cotizado nunca a la Seguridad Social.
En este sentido, los profesionales del IMSERSO explican que «la pensión no contributiva de jubilación asegura a todos los ciudadanos mayores de 65 años y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, aunque no se haya cotizado o se haya hecho de forma insuficiente para tener derecho a una pensión contributiva».
Pensión no contributiva de jubilación en 2023
La pensión no contributiva de jubilación está destinada a personas que han cotizado menos de 15 años a la Seguridad Social. Además, el IMSERSO permite cobrar esta pensión incluso sin haber cotizado nunca a la Seguridad Social, aunque es necesario cumplir una serie de requisitos básicos para ser beneficiario de esta prestación.
Cada año, el Gobierno de España fija la cuantía de la pensión no contributiva de jubilación en los Presupuestos Generales del Estado (PGE). En 2022, este importe se fijó en 5.899,6 euros al año, constituyendo una mensualidad de 421,4 euros en 14 pagas al año. No obstante, debido a la inflación de precios, el Gobierno de España aprobó una subida del 15% en las cuantías de las pensiones no contributivas desde julio a diciembre de 2022.
A partir del 1 de enero de 2023, la cuantía de la pensión no contributiva de jubilación volverá a regirse por lo que se determine en los Presupuestos Generales del Estado, que vuelven a recoger una revalorización de las pensiones contributivas y no contributivas en función del IPC del año anterior. Desde el Gobierno de España estiman que el IPC interanual se establecerá en torno al 8,5%.
Teniendo como referencia un aumento del 8,5%, la pensión no contributiva de jubilación quedará de la siguiente manera en 2023: 6.401 euros al año (457,21 euros al mes en 14 pagas). Aunque es necesario esperar a la cifra oficial del IPC interanual, lo que parece claro es que las pensiones contributivas aumentarán en 2023 con respecto a 2022.
Requisitos
Para tener derecho a cobrar la pensión no contributiva de jubilación es necesario cumplir una serie de requisitos específicos. Por ejemplo, es necesario tener 65 años o más. Además, se exige residir en territorio español y haberlo hecho durante al menos diez años, en un periodo entre los 16 años y el devengo de la pensión. Dos de esos años deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de solicitud.
Igualmente, también es necesario cumplir un requisito de rentas. En 2022, los ingresos personales en cómputo anual deben ser inferiores a 5.899,60 euros al año. Si se convive con familiares, el IMSERSO tiene en cuenta la suma de todas las rentas. Este requisito de carencia de rentas podría aumentar en 2023 en consonancia con la subida de la cuantía de la pensión no contributiva de jubilación.
Asimismo, para poder recibir una pensión no contributiva de jubilación también es necesario no tener derecho a una pensión de jubilación contributiva y carecer de rentas suficiente. También es importante tener en cuenta que es incompatible con la pensión no contributiva de invalidez, con las pensiones asistenciales y con los subsidios de garantías de ingresos mínimos y por ayuda de tercera persona.