Con la llegada del otoño, las mantas de lana que teníamos guardadas desde el invierno pasado seguro que necesitan un lavado a fondo. Y es que aunque lo hubiéramos hecho antes de meterlas en el cajón o el armario, lo cierto es que con el paso del tiempo se han podido ensuciar de polvo y otros residuos. Por esta razón, es esencial que antes de colocarlas en el sofá o la cama de tu hogar las metas a la lavadora para limpiarlas. Así podrás tener la seguridad de que los ácaros han desaparecido, además de darle un olor y una textura más acogedora.
Las mantas de lana son perfectas tanto para colocarlas en la cama a la hora de dormir, como para disfrutar en el sofá de una buena película. Y es que en invierno estos accesorios de textil para el hogar son esenciales si quieres tener la comodidad de estar en casa sin pasar frío. Además, ahorrarás una buena cantidad de dinero en tu factura de la luz si evitas encender la calefacción durante todo el día.
Así, para mantenerlas en perfecto estado por muchos años, lo mejor es que las laves con productos especialmente indicados para proteger la lana. Por lo que en este artículo te vamos a contar algunas de las mejores formas de lavar tus mantas de lana para el frío.
Cómo lavar las mantas de lana para proteger la calidez y textura del tejido
Como con cualquier otro tejido delicado, lo mejor es intentar proteger al máximo la tela al lavar el producto en la lavadora. Por esta razón, te vamos a dar algunos tips para que puedas conseguir evitar que se estropee rápidamente con el paso del tiempo.
Así, algunas de las recomendaciones de los expertos para lavar las mantas de lana y conservarlas en perfecto estado durante varios otoños son:
- Lo mejor es llevarlas a lavar en una tintorería donde tienen grandes lavadoras en seco para que se lave perfectamente y con todo el espacio que necesita. Además, cuentan con secadoras que secan la lana de forma uniforme y evitan que absorba mucha humedad.
- Si prefieres hacerlo en casa, los expertos recomiendan de forma contundente que lo mejor es lavar a mano las mantas de lana. Lo más sencillo es usar la bañera o un recipiente lo suficientemente grande como para sumergirla completamente.
- El agua que se emplee debe ser fría o tibia. Y debemos añadirle jabón neutro o un jabón muy suave que no cree espuma al lavar.
- Dejarla en reposo hasta que la suciedad salga por sí sola. No hace falta frotar.
- A continuación, sin sacar la manta de lana del recipiente o de la bañera donde la estás lavando, elimina el agua sucia para volver a llenarla con agua fría y limpia.
- Después de un rato, debes quitar todo el agua y dejar que la manta se escurra por sí sola en el recipiente. Esto puede tardar varias horas así que debes tener paciencia.
Recuerda que la lana es un tejido que no absorbe la suciedad rápidamente y que suele eliminar el polvo de forma fácil tan solo sacudiéndola. Por lo que reserva lavar este accesorio con una frecuencia de uno o dos años.
Por último tendrás que colocarla en el tendedero y dejar que elimine la humedad
Cuando notes que ya está más o menos seca, solo debes sacarla y colocarla en el tendedero para que comience a eliminar toda la humedad por sí misma. Recuerda que lo mejor es que la manipules lo menos posible, así que intenta evitar escurrirla o ponerla arrugada al terminar de lavar.
Uno de los inconvenientes más comunes de lavar las prendas de lana es que pueden encoger con el agua tibia, por lo que este paso de tenderla en un lugar amplio puede hacer que tarde menos en recuperar su forma natural.