Difícilmente alguien pueda dudar de lo saludable de las espinacas luego de ver lo fuerte y saludable que lucía Popeye luego de comer una taza, pero más allá de lo que se mostraba en dicho dibujo animado, las espinacas ha demostrado ofrecer muchos beneficios al cuerpo, esto gracias a todas las propiedades que se han comprado.
Solo para entender mejor lo saludable de este superalimento hay que mencionar que ofrece minerales indispensables para el cuerpo, como por ejemplo, el hierro, el potasio, el zinc, el magnesio, el calcio y el fósforo, además de ser un gran fuente de vitamina A, vitamina B1, vitamina B2, vitamina C y vitamina K, así como aporta 160 calorías por cada 100 gramos.
Es gracias a estas propiedades que su consumo se relaciona con una buena salud cardiovascular, con la protección de la piel, el buen, el fortalecimiento del sistema inmunológico, la salud visual y con el control del peso corporal, aunque en este artículo queremos detallar los beneficios que las espinacas le ofrece el funcionamiento del cerebro.
Comer espinacas para tener un cerebro más eficiente
Una de las razones que se mencionan en el portal web mujerhoy.com, por las que es bueno comer espinacas si se quiere mejorar las funciones cerebrales, se debe a que este superalimento produce un efecto antiinflamatorio que le brinda protección al cerbero y que reduce el avance del daño cognitivo que se produce normalmente con el pasar de los años.
De hecho, este mismo sitio web afirma que existen investigaciones que han demostrado que las personas que integran espinacas y verduras a su alimentación diaria pueden tener las capacidades cognitivas de una persona que sea 10 años menor.
Además de esto, según el sitio web agromeat.com, los minerales, vitaminas, pigmentos y fitonutrientes que se encuentran en las espinacas mejora la conexión eléctrica que se produce para que las neuronas puedan comunicarse, esto se traduce en una mayor velocidad a la hora de pensar y responder a cualquier situación.
Este efecto es gracias a minerales como el hierro, el calcio, el zinc y el manganeso, pero sobre todo es gracias a la intervención del potasio.
De igual manera, lo más importante es llevar hábitos de vida saludables, en donde se incluye tanto actividades físicas, como recreativas, además de llevar una alimentación completa, balanceada y planificada, preferiblemente bajo los consejos de un médico yo un nutricionista, así como se debe evitar el consumo de alcohol, cigarrillo y otras sustancias dañinas.