La hipoteca es un producto financiero de gran importancia a la hora de adquirir una nueva vivienda. A medida que los jóvenes crecen, nacen las inquietudes por la compra de su propia casa, por lo que es apropiado tener conocimiento sobre los tipos de hipoteca que existe.
Normalmente, las personas adultas ya cuentan con ciertas nociones sobre la contratación de una hipoteca, aunque nunca está de más el asesoramiento de un especialista que aconseje a cada persona de forma particular que tipo de hipoteca es más apropiada según que casos.
Las hipotecas se diferencian, principalmente, por el tipo de interés que se aplica para devolver la cuantía de dinero que forma parte del préstamo hipotecario. En este sentido, encontramos la hipoteca fija, variable y mixta.
Tipos de hipoteca para comprar
Cada uno de los tipos de hipoteca que existen cuentan con unas condiciones financieras diferentes. Así, es importante analizar tres elementos claves respecto a este producto financiero, que son el tipo de interés, el plazo de devolución y la cuota económica que debe pagar la parte contratante.
A continuación, explicamos en que consiste cada tipo de hipoteca, así como cuál es más adecuada en función de cada situación:
- Hipoteca fija: En este caso, se mantiene un interés fijo de devolución. Es decir, el interés a pagar en cada cuota siempre se mantendrá constante, ofreciendo regularidad y garantías a la hora de realizar previsiones. Un inconveniente es que las cuotas de interés fijo suelen ser más elevadas y el plazo de devolución menor.
- Hipoteca variable: Aquí, el interés fluctúa, debido al índice de referencia (euríbor) y un diferencial fijo. Es decir, en este caso, la cuota puede ser mayor o menor en función del índice de referencia. Normalmente, este interés se suele actualizar cada seis meses.
Finalmente, existe un tercer tipo de hipoteca en función del interés, conocida como hipoteca mixta. Se trata de una mezcla entre los dos tipos expuestos anteriormente.
Según informan los profesionales de ‘Bankinter‘, el tipo mixto combina una cuota mensual a tipo fijo durante los primeros años, y el resto a tipo variable. «Es importante saber que durante el primer año aproximadamente, la hipoteca variable también tiene un interés fijo de salida, y pasado ese tiempo ya pasa a combinar el índice de referencia más el diferencial», detallan los expertos.
Cómo reducir el interés de una hipoteca
En definitiva, para seleccionar el tipo de hipoteca, es necesario analizar la situación particular de cada caso. Por ejemplo, es fundamental valorar la capacidad de ahorro, circunstancias personales y tener en cuenta el tipo de interés a devolver.
Cada uno de los tipos de hipoteca presenta una serie de ventajas e inconvenientes. Por tanto, el asesoramiento de un experto en la materia siempre será recomendable para tomar la mejor decisión.
En otro orden de cosas, los profesionales de ‘Bankinter’ argumentan que es posible reducir el interés a pagar en la hipoteca. Una de las fórmulas que ofrecen las entidades bancarias es contratar productos vinculados, como tarjeta de crédito, domiciliar la nómina o seguros…etc.