El próximo 12 de agosto se conmemora el Día Internacional de la Juventud. En este contexto, Fundación Adecco ha lanzado por séptima vez el informe ‘Jóvenes con Discapacidad, motor de futuro’. Las organizaciones asociadas a la discapacidad siempre han destacado que la inclusión laboral de este sector es muy importante para ellos. De hecho, trabajar tiene un gran importancia para las personas con discapacidad, ya que muchas piensan que es su «propósito vital».
Desde Fundación Adecco han señalado que este trabajo basa sus conclusiones en una encuesta a 200 personas con discapacidad menores de 30 años. Todo ello apoyado con los datos del Servicio Público de Empleo Estatal y otras fuentes de referencia como Odismet.
En este sentido, en este artículo vamos a hacer referencia sobre cuáles son los aliados profesionales que tienen los jóvenes con discapacidad en la actualidad.
Aliados profesionales de los jóvenes con discapacidad
Los jóvenes con discapacidad desean normalizar su presencia en el mercado laboral. Para ello, ponen en valor el extra de valores y competencias que a menudo ven reforzados. Estos se convierten en garantía de éxito cuando se trasladan a los entornos de trabajo. Lejos enfocarse en sus aparentes limitaciones, los encuestados destacan algunos atributos que, precisamente debido a su discapacidad, han podido desarrollar más que el resto de los profesionales.
El más mencionado es el espíritu de superación, (75,3%), seguido de la capacidad de sacrificio (71,6%) y la empatía (64,2%). También destacan competencias como el esfuerzo (53,1%), la creatividad (38,3%) y las habilidades sociales y emocionales (30,9%).
A la luz de estas competencias, un 84% de los encuestados no oculta su discapacidad en los procesos de selección (currículum, entrevistas de trabajo). Todo lo contrario. Destaca su discapacidad como un elemento a poner en valor, frente al 16% que prefiere no incluirla por considerar que podría perjudicarle.
«Si ponemos el foco únicamente en el plano diagnóstico de la discapacidad, dejamos de ver el talento que albergan las personas y perdemos visión y competitividad global. Además, y siempre huyendo de estereotipos, es innegable que una persona con discapacidad está acostumbrada a enfrentarse a obstáculos añadidos, viendo reforzados valores como la superación, el sacrificio, la empatía o la capacidad para encontrar soluciones creativas. Los jóvenes lo tienen claro y no quieren ocultar su discapacidad en los procesos de selección, sino señalarla como una ventaja competitiva» señala Mesonero.