¿Franquicia o concesión? ¿Dónde es mejor invertir? ¿Qué tipo de modelo de negocio me puede convenir más? Estas son algunas de las preguntas que se hacen aquellas personas con alma de emprendedor, que buscan la mejor estructura posible a la hora de edificar sus negocios. Hablamos de dos conceptos que muchas personas suelen confundir, o al menos, no saben diferenciar. De forma que es muy recomendable saber cada una de las virtudes y de los posibles defectos de una y otra para decantarse definitivamente por la que queramos.
Por más que te puedan parecer lo mismo en ocasiones, realmente franquicias y concesiones son términos que aluden a cosas muy distintas, aunque sí que es cierto que tienen como gran objetivo común el hecho de ahorrar gastos a la hora de poner algo en marcha. Pero claro, ni todos los negocios son iguales ni siempre se consigue evitar ese tipo de riesgos particulares. Ya es hora de abordar uno por uno tanto el concepto de franquicia como el de concesión con el objetivo de ayudar a quien no tenga claro cuál puede ser la mejor manera de montar su propio negocio.
¿Qué es una franquicia?
La empresa SumUp es la encargada de definir la franquicia, que habla de un contrato con dos partes totalmente independientes como son el franquiciador y el franquiciado. Normalmente, el franquiciador cede el derecho de marca con el que podemos utilizar su imagen empresarial durante un tiempo y lugar concretos.

Ahora bien, el franquiciado debe pagar una cantidad de dinero al franquiciador en concepto de uso de marca, digamos, algo que se conoce comúnmente como el canon de entrada con el que se consiguen los derechos. La gran ventaja para el franquiciado es que los riesgos son menores que si crease de cero cualquier empresa, partiendo además con el impulso que da la marca. ¿Y las desventajas?
- Realmente la marca no es nuestra, así que nunca hay un control total
- El propio pago de los derechos
- La toma de decisiones a nivel nacional o regional puede afectar a nuestra visión local
¿Qué es una concesión?
A diferencia de la franquicia, la concesión es la herramienta por la que la empresa le da derecho a otra para explotar los bienes y servicios por un tiempo determinado. Y dirás: bueno, es casi lo mismo que la franquicia, ¿verdad? Pues casi, eso es. Porque en la concesión no se requiere ningún tipo de pago.
Hay un acuerdo por el que las empresas conservan toda la independencia en la toma de sus decisiones, y claro, hablábamos antes de que en la franquicia sí hay que pagar un canon de entrada que en las concesiones no existe. Esa es la gran diferencia entre ambas.