Uno de los problemas de alimentación más desconocidos por la población general es el síndrome de la alimentación nocturna. Sus síntomas son tan variados como sus causas, por eso conviene aclararlos desde el principio, porque no todo el mundo conoce de qué se trata y lo mismo hay gente que ni sabía que existía. Es más, puede haber gente que lo tenga y no lo sepa.
En la alimentación, muchos condicionantes a nivel psicológico y físico se unen para dar rienda suelta a lo que conocemos como trastornos de alimentación.
En esa tesitura se mueve el síndrome de alimentación nocturna, que consiste en un comportamiento persistente en el que las personas tienen desórdenes alimenticios durante la noche.
Es decir, muchas personas asaltan la nevera a horas intempestivas por multitud de razones, y vamos a intentar buscarle explicación a esas situaciones que afectan también a nivel de salud.
Síntomas del síndrome de alimentación nocturna
Son variados, y como te podrás imaginar, todos ellos dependen realmente de la personalidad y las circunstancias físicas y cerebrales de quienes tengan este síndrome de alimentación nocturna.
Pero este trastorno psicológico llega para quedarse, y debemos intentar ser capaces de coger al vuelo todos los signos que nos den pistas para poder evitarlo. Estos son los síntomas más típicos:
- Quienes lo tienen suelen pasar del desayuno y hacen su primera comida varias horas después de despertar.
- Normalmente, consumen al menos la mitad de las calorías después de la cena, sin incluir el postre.
- Los atracones nocturnos casi siempre consisten en ingerir carbohidratos. Sin embargo, esta alimentación se extiende durante varias horas cuando debería ser mucho más reducida
¿Cuáles son las causas del síndrome de alimentación nocturna?
El trastorno del que hablamos puede deberse a algún tipo de depresión o ansiedad, a menudo en conexión con sus hábitos alimenticios.
Por otro lado, los episodios de alimentación nocturna suelen provocar culpabilidad más que placer, haciendo un daño moral importante a la persona que lo tiene por sentir que se ha fallado a sí misma.
Hay causas que también señalan a los desórdenes del sueño e insomnio como factores esenciales, así que para estabilizar la situación, primero debemos ser conscientes de si tenemos eso controlado.
Luego, hay expertos que agregan que las personas que sufren de un síndrome de alimentación nocturna tienen más probabilidad de sonambulismo que la media.
Ocurre que las causas son importantes de revelar, porque muchas personas no son del todo conscientes y lo toman como algo normal, cuando puede ser el principio de un problema real.
Tanto que lo asocian a nivel mental como la única llave posible para irse a la cama. No hablamos de la cena, sino de atracones a la medianoche o posteriores que no convienen ni a nuestro cuerpo ni a nuestro cerebro.