Un año sin Nicolás, el joven que nació con parálisis cerebral e inspiró al persona de «Cuerdas» de su padre Pedro Solís. Un cortometraje que ganó innumerables premios, entre ellos el Goya en 2014 por los valores que a través de su propia historia transmitía.
El documental, que conmovió a millones de personas, logró dar visibilidad las barreras sociales de las personas y en especial, los niños con discapacidad.
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En una entrevista a Mediaset, Pedro Solís, padre y productor del cortometraje, relataba así el motivo por el cuál nació «Cuerdas»:
Cuerdas surge de una parte muy importante de mi vida: la historia de mis hijos. Cuando mi hija Alejandra tenía 6 años nació mi hijo pequeño, Nicolás. Le faltó oxígeno al nacer, porque hubo un problema en el parto, y nació con una parálisis cerebral severa. Pero mi hija, en vez de apartarse de él, como les puede ocurrir a muchos hermanos, que se ven desplazados porque de repente les destronan, y más en estos casos, en los que el pequeño, al nacer con una dificultad, requiere una atención especial, lejos de sentir celos, desde el principio le quiso con toda su alma.
Mi hijo Nico no habla, no anda, y nunca lo hará. Y Alejandra, desde que nació su hermano, siempre ha intentado introducirle en sus juegos diarios: le sentaba, le ponía cojines, le pintaba, le cogía con una cuerda para tirarle del brazo… ¡le trasteaba de mil maneras! Y siempre le ha querido muchísimo. Hace poco encontré una foto en la que ella agarraba a su hermano, que era un cachito de carne con seis meses, y Alejandra estaba con una sonrisa de oreja a oreja, mirando a la cámara orgullosa como diciendo: “Éste es mi hermano, ¡mírale!”. Y esa es la relación de Nico y María en el corto.
Queda claro que «Cuerdas» y Nico, como así le llamaban cariñosamente su familia, es parte de nuestras vidas y del cambio que provocó en la conciencia de la sociedad sobre las personas con discapacidad.