En julio de 2016, un anciano de 81 años y residente del centro geriátrico Suite la Marquesa (Jerez), falleció asfixiado con el cinturón de sujeción mecánica con el que lo ataban a la cama.
El hombre tenía prescrita la contención mecánica a través de un cinturón de sujeción durante el horario nocturno debido a las convulsiones que sufría.
Durante el fatídico 9 de julio de 2016, el perno de sujeción de la barandilla de la cama de se rompió, por lo que decidieron mandarla a mantenimiento y volver a utilizar la misma cama durante la noche.
Esto provocó que mientras dormía, el anciano cayó al suelo debido a que la barandilla que debía impedirlo estaba en mal estado, quedando suspendido en el aire por el cinturón, según informa el Diario de Cádiz.
Tras varias horas en esa posición y con la sujeción haciendo presión a la altura del abdomen, acabó con la vida del anciano por asfixia: «La muerte fue lenta y agónica», ya que «lo demuestran las diversas heridas que presentaba” destaca el abogado.
El pasado martes 18 de junio tras casi tres años después de lo ocurrido y de lucha por parte de los familiares del fallecido han llegado a un acuerdo con los responsables del centro de manera extrajudicial.
En este, la aseguradora de Geriátricos Urbanos S.L se ha comprometido a pagar una indemnización de 90.000 euros por mala praxis.