Los antioxidantes se encargan de combatir la oxidación de las células del organismo y combatir los radicales libres. Esto es de suma importancia para evitar el envejecimiento, y también, para tratar posibles futuros problemas de corazón relacionados con la oxidación.
No obstante, surgen numerosos productos y remedios caseros naturales que pueden llegar a ayudarte a combatir la oxidación y detener los radicales libres. La dieta mediterránea es perfecta para obtener los antioxidantes necesarios para proteger el corazón.
Estas moléculas nos permiten retrasar o prevenir los efectos oxidativos que nos provoca la polución, la radiación ultravioleta o algunos agentes químicos presentes en los alimentos.
En este sentido, los antioxidantes son beneficiosos para la salud cardiovascular y para la oxidación de lipoproteínas de baja densidad (LDL o lo que llamamos colesterol “malo”), haciendo que tengan menos probabilidades de adherirse a las paredes de las arterias, lo que contribuye a una posible obstrucción y la aparición de otras patologías como aterosclerosis.
Mejores antioxidantes para la salud del corazón
Los beneficios de los antioxidantes están presentes en los alimentos naturales, por ello, es recomendable adquirir todos los beneficios a través de una dieta equilibrada y saludable, siguiendo todas las recomendaciones de los especialistas.
Así, en este artículo vamos a descubrir cuáles son los principales antioxidantes que juegan un importante papel para la salud del corazón:
Vitamina C
La vitamina C está presente en frutas y vegetales, también en cítricos, la fresa, el tomate, los pimientos, entre otros alimentos de hoja verde. De hecho, este antioxidante es el más conocido y efectivo, pues es capaz de reducir considerablemente las cantidades necesarias de oxígeno para una misma actividad, reduciendo el estrés oxidativo.
Por su parte, la salud cardiovascular procedente de la vitamina C también juega un importante papel en el corazón, pues es capaz de descomprimir los vasos sanguíneos y ayuda a disminuir los niveles de colesterol.
Vitamina E
Aquí entran alimentos como los frutos secos, los cereales, los aceites vegetales y algunas verduras de hoja verde. En este caso, la vitamina E favorece la circulación sanguínea, sobre todo en combinación con la vitamina C y precursores de la vitamina A, como los betacarotenos.
Carotenoides
Los carotenoides ayudan a proteger frente a la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad, o más conocido como el colesterol malo, lo que hace beneficiar el estado de las paredes arteriales.
Estos se encuentran en las hojas de las verduras y las hortalizas, los pimientos rojos, el brócoli, la col rizada, las zanahorias o las espinacas, entre otros alimentos. De hecho, el licopeno, de color rojo y presente en el tomate, es el carotenoide más eficaz a la hora de frenar los efectos de los radicales libres.
Polifenoles
Los polifenoles están presentes en bebidas como el té, el café, el chocolate y numerosas frutas y verduras. Su presencia es vital para el cuidado de la salud cardiovascular por su papel frente a la oxidación de grasas y su acción contra los radicales libres.
De hecho, investigaciones científicas han comprobado que favorecen a la circulación sanguínea al facilitar el intercambio de nutrientes entre los vasos sanguíneos y sus propias células. Además, también son capaces de favorecer la segregación de una sustancia descompresora de los vasos sanguíneos y que mantiene su elasticidad.