El azúcar: o lo amas, o lo odias. No hay término medio y la cantidad diaria que podemos tomar siempre está sujeta a nuestra presión sanguínea.
Porque como bien sabes, un exceso de azúcar puede suponer el aumento de la presión arterial, y con ella, la aparición de futuras enfermedades.
Nuestra circulación sanguínea debe ver que hacemos todo cuanto está en nuestra mano para tener una alimentación saludable.
Y no sólo basta con tener una dieta rica y equilibrada. Para poder reducir la tensión arterial, hemos de ser capaces de cumplirla en condiciones.
Sólo así sacaremos el azúcar extra de nuestras vidas, y encontraremos cuáles son los mejores sustitutivos que nos servirán de edulcorantes en nuestras comidas.
Tipos de azúcar: intrínseco y añadido
Cristina Navales Muñoz, dietista-nutricionista del centro de Alimentación 3S, revela la importancia del azúcar en nuestro organismo.
«Junto al resto de nutrientes (proteínas, grasas, vitaminas, minerales…), el azúcar desempeña funciones fisiológicas importantes como puede ser proporcionar energía al ser humano», admite en laSexta.
En ese contexto, la especialista fija que «nuestro organismo es capaz de utilizar la glucosa (azúcar) como fuente energética para el cerebro«.
¿Qué tipos de azúcar podemos encontrar en los diferentes alimentos que consumimos? Te los explicamos a continuación.
- Intrínseco: Es el llamado bueno, y todo lo que ingieras, será positivo para tu cuerpo. Son alimentos que tienen azúcar de forma natural, tales como las frutas, lácteos, verduras o cereales.
- Añadidos: El verdadero peligro del conocido disacárido formado por glucosa y fructosa. Por exponer varios ejemplos, podemos hallar este tipo perjudicial en refrescos, bollería, dulces y alimentos precocinados y ultraprocesados.
El límite diario de consumo de azúcar libre
La dietista Navales afirma que «los azúcares añadidos, comúnmente conocidos como libres, se adicionan de manera intencionada en los productos».
Por lo que debemos tener cuidado si no sabemos hasta qué punto un alimento puede tener azúcares añadidos y fijarnos bien en su etiquetado.
En lo que respecta al límite diario de consumo del azúcar libre, que es el añadido del que estamos hablando, debe ser muy moderado. Una ingesta elevada de éstos puede favorecer el sobrepeso, las caries y otras patologías, tal y como subraya la especialista en nutrición.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) es la que pone otra barrera a ese argumento, y en un informe apunta la necesidad de disminuir el consumo de estos.
La OMS cataloga de preocupante tomar más azúcar libre de la cuenta por su «asociación con la mala calidad de la dieta, la obesidad y otras enfermedades«.
Por este motivo, la organización apunta que el consumo de azúcares libres debe reducirse a menos del 10% de la ingesta calórica total.
Si somos capaces de rebajar incluso un poco más esa cifra, obtendremos beneficios adicionales para la salud.