El día 2 de mayo, Rumari, un niño estadounidense de 10 años, decidió compartir ante su clase uno de sus mayores secretos. El pequeño anunció ante sus compañeros que tiene Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), dando un gran paso que emocionó a todos sus compañeros y a si profesora.
“Hoy ha pasado algo maravilloso en mi clase”, con estas palabras colgaba su maestra Lisa Moe el vídeo en las redes sociales. “Mis dos motores principales, que intento enseñar cada día a mis alumnos, son “Sé amable” y “Sí se puede”, añade la mujer en un post en Instagram.
En este colegio de California se celebra el mes del #autismawareness para concienciar a todos los alumnos sobre el autismo. La profesora relata que sus alumnos ya estaban familiarizados con lo que es el autismo pero “lo que no sabían es que en nuestra clase estaba presente el autismo en uno de sus compañeros de pupitre. En Rumari”, relata en las redes.
“Rumari se ha enfrentado a desafíos que nosotros no podemos entender. Pero hoy se ha puesto enfrente de toda su clase y les ha mostrado que no existe muro o barrera que no pueda superar. Y que era un niño con autismo. Con todo el conocimiento, les explicó en qué consistía el TEA y qué sentía cuando no le entendían”, prosigue Lisa.
La profesora cuenta que los estudiantes mostraron mucha atención al discurso de su compañero y todos le abrazaron cuando este acabó. La madre del pequeño ha reconocido a varios medios lo emocionada y contenta que esta al ver la valentía que tiene su hijo.
Este sin duda es un gran gesto que hace que esos niños normalicen una enfermedad tan excluida en la sociedad como el TEA, es por ello que cuanto más se conozca de la enfermedad, más cerca estaremos de una inclusión real. Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada 160 niños tiene un TEA y sus síntomas comienzan en la infancia y suele persistir hasta la edad adulta.
El autismo o Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) hace referencia a un conjunto amplio de condiciones que afectan al neurodesarrollo y al funcionamiento cerebral, dando lugar, a las personas que lo padecen, a sufrir dificultades en la comunicación e interacción con los demás, así como en la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de la persona que lo presenta.