Cuando necesitas una silla de ruedas para moverte por el mundo te das cuenta lo difícil que es transitar por él. Comienzas a echar de menos la capacidad de andar o de correr.
La capacidad de subir escaleras o de pasear tranquilo y relajado por la calle, y acabas por sentirte frustrado. Y es que, para nuestra mala suerte, el mundo no es nada afable para las personas con movilidad reducida y acaban arrastrando esa etiqueta que suena tan mal: “discapacitado”.
De la necesidad de devolver las sensaciones de independencia, libertad y capacidad; nacen los dispositivos eléctricos para sillas de ruedas. Son los handbikes acoplables a tu silla de ruedas manual, para que en apenas segundos esa movilidad reducida se convierta en movilidad aumentada.
Facilita la movilidad y seguridad
Existen múltiples marcas y modelos, pero lo verdaderamente relevante es hablar de la importancia de estos dispositivos para las personas en silla de ruedas. Porque no solo ayudan a moverte mejor por el mundo, sino a sentirte más integrado en la sociedad y a recuperar la confianza de salir solo a la calle sin miedo a las barreras que te puedas encontrar. Permiten que pasemos de ser ayudados a ayudar.
Estos dispositivos provocan lo que llamamos “la triple sonrisa”: sonríe el usuario al ver su movilidad aumentada, sonríe su familia al verle independiente y, finalmente, sonríe el entorno, que al verlo pasar con su silla de ruedas y su handbike es casi imposible que no se le escape una sonrisa.
Dificultades, siempre las va a haber. Cada salida, viaje o encuentro con amigos es un nuevo reto, pero mientras que al cambio por una plena inclusión aún le queda mucho por hacer, con los dispositivos eléctricos acoplables a tu silla de ruedas encontrarás un oasis de comodidad en tu día a día que hará más fácil el camino. Y con la palabra camino nos referimos tanto al literal, como al figurado. 😉 ¡Que ningún terreno se te resista!