Una franquicia consiste en un modelo de negocio alternativa que ha demostrado ser rentable en múltiples sectores económicos y en diferentes países. En este modelo de negocio, una persona física o jurídica adquiere el derecho a utilizar una marca y explotarla siguiendo el mismo sistema comercial.
Por ejemplo, en España, una franquicia del sector de la alimentación conocida es ‘Los 100 montaditos’. Una persona adquiere el derecho a utilizar la marca y desarrolla su actividad comercial siguiendo una línea marcada por la propia marca.
El modelo de negocio como franquicia tiene su origen en la segunda mitad del siglo XIX y nació en Estados Unidos. Probablemente el país que cuente en la actualidad con la presencia de un mayor número de franquicias en todo el mundo.
Las mejores franquicias de 2021
La franquicia es un modelo de negocio rentable y que funciona con eficacia en la mayoría de situaciones. Para la parte emprendedora supone prácticamente una apuesta segura, ya que consiste en trabajar bajo el amparo de una marca ya conocida por la ciudadanía y probablemente exitosa.
En este sentido, la parte emprendedora debe pagar una cuantía económica para poder utilizar dicha marca y trabajar siempre bajo las normas comerciales generales de la misma.
Así, en este 2021, estas son algunas de las franquicias más rentables para invertir en España, según indican desde ‘infofranquicias’:
- Coca-Cola.
- Ikea.
- Burger King.
- Mc Donalds.
- Zara.
- Mango.
- Benetton.
- Tacobell.
- Audi.
- Subway.
Como puedes observar, se trata de franquicias de diferentes sectores y que ofrecen una rentabilidad económica elevada después de un año. Es decir, permiten recuperar la inversión con relativa facilidad, siendo prácticamente una apuesta siempre segura.
Por ejemplo, Ikea tiene unos beneficios entre 10 y 15 millones de euros al año por franquicia. Por su parte, Md Donalds facturan de 1,5 a 4 millones de € y ganan el 20% (hasta 800.000 € por franquicia!).
Cómo funciona el modelo de negocio
El modelo de negocio se establece a través de un contrato en el que quedan delimitada perfectamente dos partes diferenciadas. Por un lado se encuentra el franquiciante, que es la marca que cede sus derechos para poder ser utilizada, y por otro tenemos al franquiciado, que es la parte inversora que adquiere dichos derechos.
Al firmar un contrato de estas características, tanto el franquiciado como el franquiciante establecen una serie de derechos y obligaciones, las cuales deben cumplir de forma clara.
Uno de los derechos principales del franquiciado es obtener la preparación oportuna para poder utilizar de forma correcta la marca adquirida. Es decir, tiene la obligación de seguir el sistema comercial de la marca; como por ejemplo precios, calidad o atención al cliente.
Además, entre las obligaciones del inversor se encuentra la de realizar de forma pertinente el pago del derecho de la marca y las regalías.
En cuanto al franquiciante, tiene el derecho de controlar su propia marca bajo unas reglas que la parte inversora debe respetar. Además, también puede acceder a la documentación que requiera para establecer un control respecto a la actividad comercial del franquiciado.
Así, también tiene una serie de obligaciones claves, pues debe aportar los conocimientos, productos, patentes y todo lo necesario para que el franquiciado pueda llevar a cabo la actividad comercial en sintonía con la marca.