Tras más de 60 años presentes en la mayoría de tiendas de juguetes de muchos países del mundo, la empresa fabricadora de Barbie ha considerado aumentar la gama de productos en venta. Si hace unos años le tocó el turno a las etnias y diferentes tonalidades de piel, pelo y ojos, además de las diferentes constituciones corporales, ahora les ha tocado el turno a las Barbie con discapacidad.
Ya han quedado muy lejos aquellas muñecas que reflejaban un canon de belleza que poco se asemejaba a la realidad. Mattel ha sabido convertir esa debilidad en fortaleza, convirtiendo a la marca Barbie en un producto integrador. A partir de ahora, tendrá una silla de ruedas o una pierna protésica móvil, con lo que pretende acabar con la discriminación que sufren las jóvenes que se encuentran en dicha situación.
Mattel, para conseguir que sus nuevas muñecas pertenecientes a la colección “Made to Move” fuesen lo más inclusivas posible, ha trabajado con personas que sufren algún tipo de discapacidad.
Kimberly Culmone en una entrevista realizada a Teen Vogue afirmó que “Mattel tiene la intención de seguir escuchando lo que sus consumidores quieren ver para Barbie en el futuro. Es una continuación de nuestra misión mostrar a todas las chicas que tienen un potencial ilimitado, que no es el final, es solo un compromiso continuo sobre el presente y el futuro».