La manzana es una de las frutas más conocidas y consumidas por la población en todo el mundo. Es una alimento rico en Vitamina A y C que contiene mucha fibra y que cuenta con muchos beneficios para nuestro organismo.
Su uso más común es como fruta, ya sea como postre o como nutriente a cualquier hora del día, aunque se utiliza para otros elaboraciones en la gastronomía de muchos países. Dulces, compota, mermelada, sirope, vinagre o, incluso, bebidas alcohólicas como la sidra asturiana o el calvados francés.
Aunque la podemos comprar durante todo el año, las manzanas se recogen a finales de verano o principios de otoño, que es cuando la fruta está más sabrosa. Pero entre sus propiedades cuenta con que es una de las frutas que mantiene por más tiempo sus propiedades nutritivas, y eso hace que la podamos encontrar en la frutería, mercado o supermercado siempre.
10 beneficios para nuestro organismo de comer manzana
A continuación, vamos a detallar 10 beneficios aportado por los expertos de Danone, la multinacional agroalimentaria que tiene cuatro actividades:
- Productos lácteos frescos
- Agua
- Nutrición infantil
- Nutrición médica
La manzana protege al corazón
Un estudio sobre la manzana realizado por el departamento de Nutrición de la Universidad de Florida (Estados Unidos), con el doctor Bahram Arjmandi a la cabeza, han evaluado los efectos cardioprotectores a largo plazo del consumo diario de la manzana en las mujeres posmenopáusicas y han llegado a la conclusión que disminuye en fuertes cantidades el llamado colesterol malo.
Activa el cerebro
Una investigación realizada por la Universidad de Massachusetts Lowell (Estados Unidos) señala que el jugo de la manzana puede aumentar la producción de acetilcolina, que es un neurotransmisor que mejora la memoria.
La manzana, rica en vitaminas A y C
Como ya hemos adelantado en este artículo, la manzana es una alimento rico en vitaminas A y C. Una manzana mediana contiene 8 miligramos de vitamina C. Eso sí, hay que recordar que la vitamina C en las manzanas se encuentra justo debajo de la piel, así que no debes pelarla.
Alto contenido en fibra
Los expertos aseguran que de cada 100 gramos de manzana, 2,4 son de fibra. Un aporte muy importante, que indica que el 2,4% de este tipo de fruta es fibra.
Drenante
Las investigaciones más reciente de Arjmandi revela que la pectina y los antioxidantes que tiene la manzana en la piel ayudan a eliminar toxinas. Es por ello que remarca la importancia de lavar bien la fruta para consumirla sin pelar.
Tranquiliza
Desde Asociación Española de Aromaterapia puntualizan que por el mero hecho de oler una manzana sentimos tranquilidad. Es por ello que el aceite esencial de manzana, que se usa en aromaterapia, tiene un alto valor relajante.
Además, existen otros estudiosos que relacionan este olor con la autoconfianza.
Positiva en los casos de diabetes
Los expertos destacan que la manzana incluye entre sus beneficios que ayuda a estabilizar los niveles de azúcar en la sangre debido a su alto contenido en fibra. Esto provoca que se retrase la absorción de carbohidratos, lo que evita los picos de insulina.
Desde la Asociación Americana de Diabetes recomiendan la ingesta de al menos una manzana al día.
La manzana blanquea los dientes
Los profesionales señalan que un trozo de manzana después de comer protege la boca del desarrollo de bacterias nocivas gracias a las propiedades de sus nutrientes.
De hecho, la Asociación de Odontología Holística señala que esta fruta puede llegar a prevenir el desarrollo de caries o gingivitis.
Regula el intestino
Las investigaciones Arjmandi aseguran que comer una manzana con piel nos ayuda a facilitar el movimiento intestinal. En cambio, si la consumimos pelada, la pectina de su pulpa hace más lento el tránsito intestinal, lo que sirve contra la diarrea.
Además, los taninos que contiene, sobre todo si la pelas y esperas a que coja un color oscuro por efecto de la oxidación, son antiinflamatorios y actúan directamente contra la causa de la diarrea.
Efecto saciante
Cuando la pectina, sustancia que se encuentra en la pulpa blanca o amarillenta, llega hasta el estómago, desencadena unos mecanismos de información que transmiten al cerebro la orden de que ya está lleno, por lo que no te apetece comer más.
La presencia de pectinas en la dieta también puede tener efectos beneficiosos sobre los niveles de colesterol en sangre.