Cada vez son más las playas españolas que se suman a la accesibilidad y cuentan, durante la temporada de verano, con un servicio de baños para personas con discapacidad o con movilidad reducida. Pero no todas avanzan, porque hay algunas que retroceden. Es el caso de la playa de Motril. Así lo ha denunciado el joven Daniel Rodríguez.
El conocido jugador de tenis de mesa motrileño ha mostrado su opinión sobre lo que ocurre en la Playa Granada de la citada localidad. «Frustración e impotencia» es lo que sintió al acudir a la playa de Motril.
Fue con unos amigos a la playa, a la zona citada con anterioridad, dónde está el palacio de la reina Fabiola. Supuestamente, esa zona esta habilitada para personas con discapacidad.
Al llegar, estacionan el vehículo en los aparcamientos reservados para personas con movilidad reducida. Aquí también menciona que «había coches sin tarjeta, pero ese es otro tema». Y es que de eso ya hablaremos otro día, pero es un tema que sigue sin solución.
«Que nos limiten los días me parece que es darle una patada a la accesibilidad»
Fue con la ayuda de unos amigos como pudo acceder a la arena. Y después llego el momento del baño, donde se encontraron con la «SORPRESA». Se acercó uno de sus acompañantes a pedir la silla anfibio para acceder al agua. Pero no se la dieron. Y es que «el baño «asistido» para personas con discapacidad solamente es martes, jueves y sábado».
«Quizá parezca una tontería, pero ya es costoso ir a la playa por todo lo que implica. Tenemos, en general, pocas zonas de acceso, pero ya que nos limiten los días…me parece que es darle una patada a la accesibilidad, a la igualdad», asegura en su perfil de Instagram Daniel Rodríguez.
Para más inri, y como explica el joven, lo que más le indigna es «pensar que lugares como Calahonda o Torrenueva si disponen de este servicio diario». Sin embargo, «Motril, más grande y con más habitantes, ofrece estas pésimas posibilidades».
«Por último decir que los empleados de ese puesto, me dejaron una silla anfibio de niños, que es la única que tenían, y entre mis amigos y yo nos pudimos apañar. Pero esa fue una solución parche, aunque agradecido con ellos».
«Gente con discapacidad más severa no podría haber usado esa opción. La familia que trabaja de lunes a sábado y tengan hijo con discapacidad, ¿qué pasa? ¿En Motril no “serán bienvenidos»…? Y etcétera de ejemplos…»
Finalmente, puntualiza que «encontrarte estas situaciones dan asco». Además, cita una falta de empatía, humanidad e incluso coherencia, lógica y objetividad. Todo ello con la intención de que el Ayuntamiento de Motril sea más consciente y cambie estas situaciones. A falta de dos meses para que concluye el verano, parece que el consistorio granadino va tarde en esta materia.
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