El dolor crónico se considera una de las principales causas de discapacidad en Europa, afectando a 1 de cada 5 de sus ciudadanos. Y es que, el dolor limita la capacidad de llevar a cabo actividades laborales, sociales, familiares y personales, incluso el llegar a cuidar de uno mismo, provocando, además, problemas económicos y riesgo de desarrollar depresión y aislamiento social, si la dolencia persiste en el tiempo.
En el caso de España, cerca de un 17% de la población, es decir, casi 8 millones de personas, vive con esta enfermedad. Concretamente, personas con enfermedades crónicas neurológicas, reumáticas, oncológicas u osteomusculares pueden tener asociado este dolor crónico que, en el caso de las que padecen diabetes, puede llegar a desarrollarse en 1 de cada 6 personas a lo largo de su vida.
Según la encuesta realizada por Pian Alliance Europe sobre dolor crónico en 17 países europeos, este problema impacta, en su mayoría, a mujeres con una edad media de 46 años, las que más de la mitad indicaron que se veían obligadas a reducir o limitar sus actividades habituales, afectándoles en todos los ámbitos de su vida; desde el personal y familiar, hasta el social y el laboral.
Sin embargo, el dolor crónico no es exclusivo de personas mayores, ya que el 60% de los pacientes tienen entre 35 y 40 años. Y, además, junto con el impacto físico, emocional y psicológico, se añade un estigma social que se genera alrededor por la incomprensión de esta patología.
Una dolencia «invisible»
Por todos estos motivos, y con el fin de dar a conocer la prevalencia y la realidad de esta dolencia “invisible” que causa discapacidad y mostrar el problema que supone para quienes conviven con ella, la Federación Española de Diabetes (FEDE) ha celebrado una rueda de prensa virtual en el marco de su campaña de sensibilización ‘Rompe Con el Dolor’, en la que se ha puesto de manifiesto que los expertos abogan por considerar el dolor crónico como una enfermedad con derechos propios, independientemente de su origen, que requiere la actuación de un especialista con experiencia en este campo, de la misma forma en la que es fundamental contar con conocimientos específicos para el tratamiento de la patología de base, como puede ser la diabetes, abordada junto con especialistas en salud mental para paliar los problemas emocionales entre las personas que lo padecen.
En este sentido, el doctor Víctor Mayoral, presidente de la Sociedad Española del Dolor (SED), ha afirmado, durante el encuentro con los periodistas, que “se estima que entre un 16% y un 26% de las personas con diabetes tienen dolor crónico, siendo entre un 28% y un 49% la causa la neuropatía diabética, la cual está insuficientemente tratada en un 40% de los casos.
La artrosis, la dolencia crónica más frecuente
Además, aproximadamente 2 de cada 3 tienen, al menos, una o más condiciones que causan dolencia crónica, de las cuales las más frecuentes son: artrosis (34%); lumbalgia somática (27%); síndrome del túnel carpiano (14%); lumbalgia con afectación neuropática (13%); depresión (28%); y ansiedad (27%). No obstante, existen buenas herramientas de detección para un correcto diagnóstico, además de fármacos que mejoran notablemente la calidad de vida de todos los pacientes”.
Por lo que respecta a la diabetes, una de las patologías crónicas más prevalentes del mundo, puede provocar neuropatía diabética, lo que causa un daño en los nervios que puede complicarse y desarrollar dolor crónico. Al respecto de esto, Paz Gómez del Valle, paciente con diabetes y miembro de la Junta Directiva de FEDE, ha explicado que “cuando a una persona se la diagnostica diabetes se la proporciona muy poca información sobre las posibles complicaciones que pueden desarrollarse si no se sigue adecuadamente el tratamiento, como puede ser la neuropatía diabética».
La visión y el impacto emocional y psicológico del dolor crónico
«Y esto es crucial para los pacientes, puesto que de ello depende, en gran medida, su calidad de vida y poder evitar otras complicaciones como es el dolor crónico. Este último, además, conlleva no sólo problemas de salud, sino también barreras sociales, puesto que sigue siendo un tabú hablar abiertamente de este tema. Ante todo esto, las asociaciones de pacientes realizamos una amplia labor informativa y de sensibilización para dar visibilidad al dolor crónico y contribuir a su normalización social”.
Por último, se ha abordado la visión y el impacto emocional y psicológico del dolor crónico, para lo que Rafael Salas Muriel, psicólogo clínico especializado en diabetes, ha asegurado que “el tratamiento psicológico es fundamental e igual de importante que el tratamiento farmacológico en el abordaje de esta dolencia. El paciente debe percibir que cuenta con un elenco de profesionales que le apoyan, escuchan y ayudan a todos los niveles, sobre todo cuando lleva muchos años con un desgaste emocional notable debido a toda la carga que supone la diabetes, a lo que se le suma el dolor. Por todo ello, es prioritario trabajar la actitud del paciente en cuanto a autocuidados para que tome las riendas de su enfermedad y que el dolor no se convierta en el principal protagonista”.
Todos estos aspectos son analizados y abordados en los diferentes de la campaña de ‘Rompe Con el Dolor’, iniciativa que cuenta con el apoyo de Brain, Mind and Pain ‘Patient-Centred Innovation Grant’ (BMP Grant) y la colaboración de distintas sociedades científicas y asociaciones de pacientes como la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Sociedad Española del Dolor (SED), la Asociación Bariátrica Híspalis y la Asociación de Lucha contra la Distonía en Aragón.