Cuando queremos bajar de peso cualquier camino es bueno para llegar a nuestra meta. Pero en el mundo existen multitud de dietas que te prometen bajar de peso de manera fácil y rápida. La dieta cetogénica o Keto se ha ido ganando adeptos con el paso de los años, y de ella han salido nuevas variantes que puede que te hagan la vida más fácil si has decidido pasarte a este tipo de alimentación.
El objetivo de la dieta Keto es reducir la ingesta de carbohidratos y azúcares y aumentar los alimentos ricos en grasas y proteínas. El fin es producir mayor energía a raíz de la grasa, lo que va a hacer que nuestro cuerpo trabaje más. Algunos expertos aseguran que esta dieta es demasiado restrictiva y que a la larga no es efectiva, es por ello que existen algunas variantes algo más permisivas. Aunque tampoco es seguro que funcionen igual.
¿Cuáles son los distintos tipos de dietas Keto que podemos elegir?
Para algunas personas cambiar de golpe su alimentación puede ser algo brusco. Por ello existe diferentes tipos de dietas Keto que pueden adecuarse mejor a tus necesidades. Dieta cetogénica estricta, perezosa, sucia, carnívora y vegetariana. Todas ellas tienen distintos matices que son importantes tener en cuenta a la hora de llevarlas a cabo.
1. Dieta cetogénica estricta (strict keto)
Este tipo de dieta cetogénica se lleva a cabo sobre todo al principio, cuando se quieren perder kilos rápidamente. En este caso el consumo de carbohidratos estaría en torno al 5% diario, se deben eliminar todos los alimentos procesados y las comidas deben ser preparadas con ingredientes naturales y cocinadas por nosotros mismos. Además, tenemos que contabilizar las calorías que ingerimos en el día a día y la cantidad de macronutrientes. Si quieres facilitarte este paso, existen muchas apps que te ayudan a llevar el recuento de manera fácil y sencilla.
2. Dieta cetogénica sucia (dirty keto)
Este tipo de dieta cetogénica no es recomendable realizarla durante un largo período de tiempo, ya que puede no ser saludable. La dieta Keto sucia se refiere a que podemos comer cualquier tipo de comida siempre y cuando sean bajas en carbohidratos. Es decir, aquí entrarían también los alimentos procesados. Cualquier tipo de nutriente sin importar cuál sea la fuente de estos o su calidad. Es por ello que este tipo de dieta cetogénica no es recomendable, aunque puede ser una opción fácil para personas que no tienen demasiado tiempo para cocinar.
3. Dieta cetogénica perezosa (lazy keto)
Esta dieta está desarrollada para personas que quieran evitar las restricciones de la dieta keto convencional. En esta hay que llevar una cuenta exacta y limitada de todos los nutrientes, calorías, carbohidratos y proteínas que consumimos. Sin embargo, la dieta keto perezosa está diseñada para ser algo más permisiva ya que solo hay que poner el enfoque en la ingesta de carbohidratos que realizamos a lo largo del día. Nada más. No tendrías que preocuparte de la ingesta de grasas, proteínas o calorías. Una de las desventajas de este tipo de dieta es que aumentan las posibilidades de que no se llegue a la cetosis, ya que podríamos consumir más cantidad de proteínas de las que necesitamos.
4. Dieta cetogénica carnívora (cero carb)
Este tipo de dieta cetogénica restringe todo el consumo de frutas y vegetales basando la alimentación diaria en la ingesta de productos de origen animal. Este tipo de dieta puede que sea aún más difícil de seguir que la dieta keto convencional, además de que a largo plazo puede generar un déficit de vitaminas y micronutrientes.
5. Dieta cetogénica vegetariana
Esta dieta es específica para las personas que quieran seguir la dieta keto siguiendo con su alimentación basada en productos de origen vegeta. En este caso, las proteínas se absorberían de los huevos, los yogures griegos, el queso, los frutos secos o las semillas. Además también podemos incorporar a nuestra alimentación el tofu o el tempeh.