Después del incidente que tuvo lugar el pasado jueves 25 de marzo, en el aeropuerto de Madrid-Barajas con dos personas en silla de ruedas, Iberia ha decidido suspender al comandante de Air Nostrum, filial del grupo, que «discriminó» a dos pasajeros que pretendían coger un vuelo hacia Zúrich.
A la profunda investigación que se está llevando a cabo, ya se le suma la suspensión temporal del comandante, del que no han trascendido más detalles. El caso es que pese a seguir todas las indicaciones impartidas por parte de la compañía los viajeros se quedaron sin poder montar en un vuelo por un mero acto de discriminación.
Negados a viajar sin justificación aparente
Los dos pasajeros, que viajaban en silla de ruedas, solicitaron el día anterior el servicio de asistencia del aeropuerto (PMR), que gestiona Acciona, para poder desplazarse de forma accesible por las instalaciones del propio aeropuerto. Pese a que el vuelo no partía hasta las 16:30 horas, uno de los pasajeros se personó más de dos horas antes en los mostradores de Iberia para no tener ningún tipo de problema a la hora de pasar los controles y el embarque.
Una vez llegado al aeropuerto, el servicio de asistencia se lo llevó directamente hasta la puerta donde debía embarcar sin pasar ningún tipo de control. Precisamente, allí se encontraba otro pasajero en silla de ruedas, al que también el servicio de asistencia había llevado directamente allí sin pasar tampoco por ningún control.
El problema llegó en el momento de subir el avión. Según explica el diario La Razón, el comandante de la aeronave impidió el acceso al avión sin darle demasiadas explicaciones. Pese a las quejas de los viajeros, que explicaron que estaban allí porque se habían limitado a seguir las instrucciones de la compañía; el supervisor se negó a subirles en el avión e incluso amenazó con llamar a la Guardia Civil.
Sepla exige a Air Nostrum restablecer la imagen del comandante desprogramado
Tras el incidente que desde Todo Disca y otros medios nos hicimos eco, el El Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas solicita a Air Nostrum que rectifique y restablezca la imagen del comandante al que se ha acusado, falsa e injustamente, de haber denegado el embarque a dos personas por ir en silla de ruedas el pasado jueves, 25 de marzo, en el vuelo IB8782 entre Madrid y Zurich.
Sepla, en nombre del comandante calumniado, aclara que los hechos acontecidos durante el embarque de dicho vuelo, tal y como están recogidos en los diferentes informes que se enviaron a la compañía:
- Justo antes del embarque, los pasajeros esperaban ya en la puerta del avión dentro del camión de asistencia para personas de movilidad reducida (Ambulift).
- La silla de ruedas utilizada por ambos pasajeros era parte del protocolo del aeropuerto para personas de movilidad reducida, en este caso, el uso de muletas.
- Cuando el comandante autorizó el embarque de estos pasajeros al avión, el Ambulift había vuelto a la puerta de embarque a realizar los controles documentales de PCR, ya que no se les había realizado en un primer momento.
- Una vez en la puerta de embarque, los pasajeros se negaron a realizar estos controles obligatorios, forzando al conductor del vehículo de movilidad reducida a regresar al avión.
- Ante las exigencias de uno de los pasajeros a hablar con el comandante, la respuesta del coordinador fue que este se encontraba realizando las tareas propias de la puesta a punto del avión.
- La discusión entre uno de los pasajeros y los empleados de tierra iba aumentando el retraso en el vuelo.
- Finalmente, los pasajeros accedieron a pasar los controles PCR, para lo que hubo que poner de nuevo en marcha el camión de asistencia y regresar, de nuevo, a la puerta de embarque.
- La tripulación del avión siguió en marcha con la preparación del vuelo y la puesta en marcha de los motores.
- Cuando los pasajeros de movilidad reducida volvieron al avión, el vuelo ya estaba cerrado y los motores del avión en marcha. En ese momento, no era ya posible su embarque, tal y como establecen todos los protocolos de seguridad aérea, además del retraso acumulado por la actitud de uno de los pasajeros.
- El comandante no participó en ningún momento el devenir de los acontecimientos, centrando su actuación en las labores propias del vuelo, tal y como corresponde a las atribuciones de un comandante.
- A requerimiento de la compañía, el comandante envió el preceptivo informe sobre los hechos acontecidos.
- A pesar de ello, se le desprogramó de los siguientes vuelos previstos, con la consiguiente implicación en cuanto a la pérdida de confianza y de honorabilidad ante su propia compañía.
Sepla comenta que no entiende que la respuesta de la compañía a dichos acontecimientos haya sido otorgar la presunción de culpabilidad al comandante del vuelo, que en ningún momento participó en el devenir de los acontecimientos, y cuya actuación se centró en las labores operativas del avión. De hecho, el proceder del comandante se ha ceñido en todo momento a los procedimientos operacionales de las compañías aéreas, que impiden a los pasajeros embarcar en el momento en que las puertas del avión están cerradas y los motores en marcha. Además, tal y como procede en todas las aerolíneas, envió a Air Nostrum el preceptivo informe con la descripción de los hechos.
Sepla no entiende, por todo ello, que Air Nostrum haya decidido dar más credibilidad a la información aparecida en un medio de comunicación que resulta ser, además, propiedad de este pasajero conflictivo. Fue la reiterada negativa a someterse a los controles anti COVID (de obligado cumplimiento para todos los pasajeros) lo que demoró la salida del vuelo más de lo necesario impidiendo, en última instancia, el embarque de estos dos pasajeros.
Sepla recuerda que el comandante agraviado lleva más de 22 años al servicio de Air Nostrum, sin ningún percance en su expediente. Por eso no puede tolerar que se acuse de discriminatoria su actuación, toda vez que ni siquiera intervino en el transcurso de los hechos. “No es tolerable que una empresa a la que has dedicado tu carrera profesional te aparte temporalmente de tus funciones, en una especie de medida preventiva basada en rumores y falsas informaciones, en lugar de en los múltiples informes que cuenta en su haber” ha manifestado el presidente de Sepla, Óscar Sanguino.