La espirulina es un alga de color azul verdoso que pertenece al selecto grupo de la Arthrospira. En los últimos tiempos se ha hecho muy conocida por ser una gran fuente de proteínas, vitaminas y minerales como el hierro. Además, aporta sensación de saciedad, por lo que se relaciona la espirulina con la pérdida de peso.
Por lo general, se suele utilizar de forma desecada, en polvo o en pastillas como complemento nutricional en una dieta bien equilibrada. La espirulina es muy utilizada por aquellas personas que quieren cuidar de su físico, pues es de fácil digestión, aporta ácidos grasos esenciales, antioxidantes, gran cantidad de vitaminas y minerales, entre ellas la B12 y es ideal para completar dietas veganas.
Muchos la consideran como un «superalimento», pero bien es cierto que es un alimento muy nutritivo, pero los expertos desaconsejas utilizar este término pues no se ciñe a la realidad. Debemos tener en cuenta de que es un alimento, no un medicamento, por ello debemos de tener mucho cuidado y consultar con un especialista antes de comenzar a consumir espirulina de forma rutinaria. Además, si estás tomando algún medicamento, la espirulina podría llegar a alterar su eficacia, por lo que recomendamos que consultes su consumo con tu médico.
También se debe evitar en mujeres embarazadas o niños en periodo de lactancia, así como aquellas personas que padecen hiperuricemia, hipertiroidismo, fenilcetonuria, o alguna enfermedad relacionada con el hígado y las patologías autoinmunes.
Beneficios en una dieta vegana
La espirulina se ha convertido en el complemento ideal para aquellos que llevan a cabo una dieta vegana gracias a sus enormes propiedades nutricionales, que sirven para regular algunos parámetros que aparecen un poco más bajos al limitar la ingesta de carnes y productos procedentes de los animales.
Proteínas
La espirulina se ha postulado como la salvación ante el bajo aporte proteico de las dietas vegetarianas y veganas. Al ser un suplemento de origen vegetal, su aporte no es necesariamente potente, pues las proteínas de este tipo tardan en ser absorbidas. Sin embargo, resulta muy útil para complementar la alimentación.
La espirulina y los antioxidantes
Esta alga aporta una gran cantidad de antioxidantes, incluyendo la vitamina C. Los antioxidantes son esenciales para prevenir el envejecimiento de la piel, así como la oxidación de radicales libres, los cuales son responsables de la degeneración cognitiva. Además, también se relaciona con la prevención de enfermedades como el Alzheimer o la demencia.
Aporta vitaminas del grupo B
La espirulina también forma parte de la dieta vegana o vegetariana por los motivos ya expuestos; dado que este estilo nutricional carece de el grupo B. No hay nada que no pueda dotar este producto al cuerpo, y más cuando se trata de las vitaminas del grupo B. Estas son importantes para el funcionamiento del organismo, puesto que son vistas como “el combustible de una gran maquinaria”.
Más nutrientes
La espirulina también es fuente de calorías, minerales como el hierro, calcio, magnesio y manganeso. Adicionalmente nutre con potasio, fósforo y sodio. Tiene grandes beneficios cardiovasculares: Ayuda a bajar el colesterol y triglicéridos, así como disminuye la presión sanguínea diastólica y sistólica. Además, actúa frente a la anemia, atribuida a la clorofila, ya que esta cumple una tarea similar a la hemoglobina en sangre.