Las semillas constituyen una fuente importante de nutrientes, aunque suelen ser desechadas fácilmente; quizás porque se tiene la vieja creencia de que por su tamaño, nada beneficioso aportan al cuerpo humano.
¡Totalmente falso!
Por creencias de este tipo es que hay los llamados vacíos nutricionales, puesto que el desconocimiento aún impera en el área nutricional.
Ahora bien, si deseas resolver tal infortunio, entonces tienes que dar la bienvenida a tu vida a las semillas.
Saladas o dulces, grandes o pequeñas, en ensaladas o jugos, estos rubros aportan un alto porcentaje de calcio, por lo que se convierten en un sustituto de la leche y demás productos de origen animal.
Como consecuencia, atrás quedaron esos días en los que resultaba complicado sustituir los lácteos por problemas de intolerancia.
Si este es tu caso, entonces lee con atención este artículo para que te documentes sobre esas semillas que resultan oportunas para nuestra alimentación.
El calcio en las semillas
Las semillas contienen un alto porcentaje de calcio, pero hay quienes consideran que como ocurre con el hierro, y sus nutrientes no son de fácil absorción.
Sin embargo, cuando se trata de su asimilación, hasta los momentos no se han encontrado evidencias sobre tal aseveración.
De acuerdo a los estudios, el calcio de la semillas se absorbe con facilidad y en caso que lo crea imposible; puede valerse de la vitamina D o C.
Recuerde que la vitamina D es producida por el cuerpo una vez nos exponemos al sol.
Asimismo, puede recurrir a los suplementos para complementar el poquísimo porcentaje que aportan los alimentos.
¿Cuales son las que tienen más calcio?
Hay muchas formas de lograr que las semillas sean incluidas en la dieta. Para empezar puede agregarlas a sus ensaladas o batidos.
En línea general no necesitará de grandes cantidades, pues con una cucharada basta y sobra para complementar su dieta.
Las semillas que más calcio tienen son las siguientes:
Semillas de erísimo
Tienen un alto porcentaje de vitaminas, minerales (calcio obviamente), antioxidantes y taninos.
Se adaptan perfectamente a tu dieta, ya que puedes incorporarlas a tus ensaladas.
Asimismo, no dudes en agregarlas a los batidos, ya que su sabor es bastante agradable. Cabe destacar que requieren un tiempo de cocción en agua de 10 minutos.
Igualmente puedes optar por mezclarlas con la mostaza para dar mayor sazón a tus comidas.
Suelen ser relacionadas con la cura de problemas de garganta mediante la preparación de infusiones.
Semillas de sésamo
Son las más populares y es imposible que no las hayas comido, puesto que son el ingrediente número uno de los panes.
Por otra parte, resultan buenas para agregarlas a ensaladas y guisos una vez ya estén listos.
En relación a su aporte nutricional, se recomienda que para disfrutar de sus propiedades sean consumidas crudas y preferiblemente en su versión integral.
Además de ser fuentes de calcio, contienen hierro y un sin número de minerales y vitaminas.
También aportan grasas poliinsaturadas y proteínas.
Semillas de chía
La chía ha ganado popularidad en los últimos tiempos gracias a la dieta de vegetarianos o veganos.
Entre sus aspectos más destacables están su alto porcentaje de fitonutrientes, vitaminas, minerales y antioxidantes.
Además, es considerado un superalimento, porque también proporciona proteínas y ácidos grasos.
No dejes de consumir las semillas de chia porque no solo brindan energía; son un rubro perfecto para las dietas de adelgazamiento.
Semillas de lino
Este es el sustituto al huevo, puesto que su textura es gelatinosa y nutricionalmente hablando sirve para complementar la dieta.
Las semillas de lino son fuente de calcio, evitan que subas de peso y previenen la retención de líquido y posterior inflamación.
De igual forma sirve para mejorar el aspecto de las uñas, la piel y el cabello.
Por si no sabes cómo consumirlas, puedes procurar agregarlas a las ensaladas, batidos, zumos e incluso a los yogures.