La nutrición está llena de aspectos que pueden resultar contradictorios a simple vista, especialmente si de los inhibidores del hierro se trata.
Porque si, los alimentos que ingerimos están llenos de compuestos que no solo favorecen la absorción del hierro y de otros minerales como el calcio; sino que actúan como un limitante para su sinterización por parte del organismo.
No obstante, no te preocupes, dichos elementos no fueron puestos allí para amargarnos la vida. Todo lo contrario, los inhibidores y muy especialmente los del hierro evitan un exceso que puede resultar muy perjudicial.
Recuerda que hay un dicho popular que reza «todo en exceso es malo», y claro está no es una simple casualidad.
En el caso del hierro, su déficit causa la anemia pero su exceso es enormemente perjudicial, ya que puede causar daños irreparables al hígado, páncreas y riñones.
Por consiguiente, el ácido fítico es de esos inhibidores que están naturalmente en los alimentos que siempre nos venden como ricos en hierro; pero que al final del día no aportan el porcentaje del mineral esperado.
Si deseas saber cual es la función de este compuesto, cómo podría afectar nuestro organismo y donde se encuentra principalmente, entonces tienes que leer este artículo.
¿Qué es el ácido fítico?
El ácido fítico, es un compuesto típico de la fibra y cuya función es mantener las plagas alejadas de los alimentos en los que se encuentra. En pocas palabras, es un elemento que cumple funciones de defensa.
También mantiene al margen todo tipo de insectos, hongos, controla la humedad y conserva por mucho más tiempo la vida útil de los alimentos.
Perfectamente puede ser visto como un aliado, pero el punto de confrontación radica en que sus beneficios están orientados a las plantas, no a los humanos.
Previamente mencionamos que funcionan como un inhibidor de hierro, pero además de ello también impide la absorción de otros minerales como el magnesio, calcio y zinc.
¿Cómo actúa dentro de nuestro cuerpo?
El ácido fítico al entrar en el organismo inmediatamente desvía los minerales como el hierro, calcio y magnesio al intestino grueso; impidiendo que lleguen al intestino delgado.
Recordemos que es en esta zona del cuerpo, donde los nutrientes son absorbidos y enviados a donde deben llegar para que intervengan en funciones indispensables para el organismo.
Una vez arriban al intestino grueso, son desechados junto con aquello que el cuerpo no necesita. Como consecuencia no son aprovechados y con el tiempo puede causar todo tipo de déficit y afecciones.
Cabe destacar, que cuando este compuesto actúa de esta forma se convierte en un fitato.
Ricos en hierro, otros minerales y ácido fítico
- Almendras
- Avellanas
- Nueces
- Garbanzos
- Lentejas
- Habas
- Maíz
- Arroz integral
- Harinas integrales
- Sésamo
- Chía
- Lino
No es un enemigo
Hay varios puntos que se deben aclarar respecto al ácido fítico.
En primer lugar, sus aspectos adversos surgen cuando es consumido en exceso, es decir, cuando el organismo acumula más de las dosis recomendadas.
Asimismo, no es un enemigo mortal, ya que sirve para evitar el exceso de los nutrientes; hecho que también perjudica la salud.
Igualmente es perfecto para impedir la acumulación de metales pesados, pudiendo evitar una intoxicación.
Beneficios
Un hecho comprobado por parte de la ciencia, es que evita la calcificación, por lo que podría contribuir con la prevención de cálculos renales.
Absorción del hierro: Pasos para eliminar el ácido fítico
Una forma de lograr la correcta absorción del hierro, es aportando vitamina C en las comidas que contienen alto porcentaje férrico.
Asimismo, si deseas minimizar tu consumo de ácido fítico, hay pasos sencillos para lograr esto.
En el caso de los tubérculos, solo tienes que eliminar su piel y estarán libres de gran parte del inhibidor.
Respecto a las semillas la mejor opción es activarlas mediante el tostado. Cuando hablamos de las legumbres y frutos secos, bastará con dejarlos remojando un par de horas.
Se recomienda que el remojo supere las 7 horas, así que déjalos reposar en agua desde la noche y cuela al levantarte.