Los planes de futuro de los próximos jubilados en España se están torciendo cada vez más. Ingredientes como el retiro masivo de la generación del baby boom, el endurecimiento de las condiciones para acceder a la jubilación y el envejecimiento de la población, son retos que no solo enfrenten el Gobierno y la Seguridad Social, los propios trabajadores que se retirarán en unos años tendrán que sumar otro ingrediente más a este oscuro panorama: el precio de los alquileres en España.
¿Cómo afectará el alquiler a los pensionistas del futuro?
Los jubilados del futuro en España enfrentan un desafío silenciado: el impacto del alquiler en sus pensiones. Según el INE, el 20% de los mayores de 65 años ya vive de alquiler, una cifra que crece con la dificultad de acceso a la propiedad entre las generaciones jóvenes. Este cambio de modelo, que no aborda ni el Gobierno ni la Seguridad Social, podría destinar hasta el 50% de las pensiones al pago de la vivienda, según proyecciones basadas en datos actuales.
En 2025, la pensión media de jubilación es de 1.481,35 euros mensuales, tras una revalorización del 2,8%. Sin embargo, el precio medio del alquiler en España supera los 800 euros al mes, según Idealista, y en ciudades como Madrid o Barcelona puede alcanzar los 1.200 euros. Esto significa que un jubilado promedio podría gastar entre el 54% y el 81% de su pensión solo en alquiler, dejando poco margen para otros gastos esenciales como alimentación o salud.
La Seguridad Social no ha implementado medidas específicas para los jubilados no propietarios, más allá del complemento de 525 euros anuales para pensionistas no contributivos que alquilan. Esta ayuda, equivalente a 43,75 euros mensuales, resulta insuficiente frente al alza de los alquileres. Además, el Anteproyecto de Ley de Reforma de la Seguridad Social de 2023 no contempla soluciones para este colectivo, centrándose más en la sostenibilidad del sistema que en la realidad de los no propietarios.
¿Qué jubilados serán los más afectados?
Este drama silencioso afecta especialmente a quienes no heredarán propiedades o no pudieron ahorrar para comprar una vivienda. Sin políticas que regulen el mercado del alquiler o incrementen las pensiones mínimas, los jubilados del futuro podrían enfrentarse a una vejez marcada por la precariedad. Es urgente que el Gobierno y la Seguridad Social aborden este problema, ofreciendo soluciones reales para garantizar una jubilación digna a quienes dependerán del alquiler.
En este sentido, hay voces de autoridad que se han pronunciado al respecto. Uno de ellos, es el exitoso empresario José Elías, quien comentaba en una reciente entrevista el nuevo drama que vivirán los jubilados en unos años, que no será otro que compartir piso. Todo debido a la dificultad para pagar por sí solos un alquiler o la imposibilidad de haber accedido a la compra de una vivienda en los años anteriores.
El mercado de la vivienda suma otro reto más en España, que afectará de lleno a las próximas remesas de jubilados.