La Seguridad Social en España ha emitido una advertencia clara: ciertas circunstancias pueden llevar a la retirada de una pensión, incluso si se cumplían los requisitos iniciales para recibirla. Conocer estas situaciones es crucial para evitar sorpresas y garantizar la estabilidad económica de los pensionistas. A continuación, detallamos los principales motivos por los que podrías perder tu pensión, según fuentes oficiales del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Adiós a la pensión de viudedad
Uno de los casos más comunes es la pérdida de la pensión de viudedad. Esta prestación, destinada a quienes han perdido a su pareja, puede suspenderse si el beneficiario contrae un nuevo matrimonio o inicia una convivencia como pareja de hecho. La Seguridad Social considera que, en estos casos, la situación de desprotección económica desaparece, salvo excepciones como acreditar dependencia económica previa o la existencia de hijos comunes con derecho a pensión de orfandad.
Problema con los requisitos de residencia
Otro motivo frecuente es el incumplimiento de requisitos de residencia. Las pensiones no contributivas, como las de jubilación o invalidez, exigen residir legalmente en España durante un periodo mínimo (generalmente 10 años, 2 de ellos consecutivos antes de la solicitud).
Si el pensionista se traslada al extranjero sin notificar o por tiempo prolongado, la Seguridad Social puede suspender o extinguir la prestación. Además, las pensiones por incapacidad permanente pueden revisarse.
Si una revisión médica determina que la incapacidad ha mejorado o el beneficiario realiza actividades incompatibles con su condición, la pensión podría reducirse o eliminarse. También se riesgo perder la pensión por fraude, como falsear datos o no declarar ingresos que afecten al derecho a la prestación.
Por último, la falta de comunicación con la Seguridad Social, como no presentar la fe de vida en el caso de pensionistas en el extranjero, puede derivar en la suspensión temporal de los pagos. La recomendación es clara: mantenerse informado y cumplir con las obligaciones para proteger tu pensión.