Una alimentación saludable no solo influye en el peso o la energía diaria, también desempeña un papel crucial en la salud cardiovascular. En este contexto, mantener los niveles de triglicéridos bajo control se ha convertido en una prioridad para muchas personas, especialmente ante el creciente riesgo de enfermedades del corazón. Los triglicéridos son un tipo de grasa que el cuerpo almacena como reserva energética, pero cuando sus niveles se elevan por encima de lo recomendable, pueden derivar en complicaciones serias.
La hipertrigliceridemia es el término médico que se utiliza para describir un exceso de triglicéridos en sangre. Esta condición se asocia a un mayor riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares, y es por ello que diversas entidades médicas recomiendan mantener estos valores por debajo de los 150 mg/dl. Afortunadamente, la alimentación se presenta como una herramienta eficaz y accesible para combatir este problema de salud.
Claves para mantener los triglicéridos en niveles saludables
La Fundación Española del Corazón advierte sobre el consumo excesivo de grasas saturadas, presentes en productos como la mantequilla, la nata, los embutidos, los lácteos enteros o los aceites de coco y palma, estos últimos muy comunes en productos ultraprocesados. Reducir su presencia en la dieta es uno de los primeros pasos para controlar los triglicéridos.
En contraparte, hay alimentos que no solo son seguros para el sistema cardiovascular, sino que además ayudan a reducir activamente los triglicéridos. La cardióloga Magdalena Perelló ha compartido un listado de productos recomendados para este propósito, todos ellos ricos en nutrientes esenciales como los ácidos grasos omega-3:
- Pescados azules como el atún, el salmón, la sardina o la caballa destacan por su contenido en omega-3, un tipo de grasa saludable con efecto protector sobre el corazón.
- Semillas de chía y lino, fuentes vegetales de omega-3 y fibra, contribuyen a mejorar el perfil lipídico y favorecen la salud intestinal.
- Frutos secos, especialmente las nueces, que contienen antioxidantes y grasas buenas que ayudan a reducir la inflamación.
- Aguacate, aunque no aporta omega-3, es rico en grasas monoinsaturadas beneficiosas para el organismo.
El atún, un aliado contra los triglicéridos
Uno de los alimentos más completos en este contexto es el atún, no solo por su alto contenido en omega-3, sino también por su valor nutricional general. Se trata de un pescado azul que ofrece proteínas de alta calidad y un perfil vitamínico muy variado, incluyendo vitaminas del grupo B (B2, B3, B6, B9 y B12), vitamina A y vitamina D.
Desde la Fundación Española del Corazón se destaca que los primeros estudios sobre los beneficios del omega-3 surgieron al observar a comunidades esquimales cuya dieta, rica en grasas procedentes del mar, estaba asociada con una baja incidencia de enfermedades cardiovasculares.
A esto se suma que, según expertos de Puleva, el atún también es fuente de minerales esenciales como el fósforo, el magnesio, el hierro y el yodo, todos ellos necesarios para funciones tan importantes como el desarrollo óseo, el equilibrio muscular, el buen funcionamiento del sistema inmune y la regulación hormonal.
Incluir este tipo de alimentos en la dieta diaria puede marcar una diferencia notable en la salud del corazón, especialmente en personas con tendencia a presentar niveles altos de triglicéridos. La clave está en adoptar hábitos sostenibles, equilibrados y respaldados por la evidencia científica.