La inestabilidad de los contratos de alquiler y la compleja situación para acceder a una vivienda en propiedad son las principales barreras a las que se enfrentan los colectivos que pretenden emanciparse de una vez. El mercado inmobiliario, por tanto, se antoja complicado para muchas personas que, debido a los altos precios de los inmuebles, ven como utopía el hecho de ser propietarios o independizarse individualmente, cargando con todos los gastos de la casa de forma propia.
Por este motivo, precisamente, las instituciones autonómicas y estatales trabajan conjuntamente para solucionar esta compleja problemática en relación al acceso a una vivienda digna y a un precio coherente. Del mismo modo, las entidades bancarias también ofrecen posibles soluciones mediante generosas hipotecas a quienes cumplan con una serie de requisitos. Este tipo de situaciones ya son tema de debate en el Congreso de los Diputados, donde el grupo parlamentario Más Madrid (Sumar) ha propuesta una ley para que los contratos de alquiler sean indefinidos.
Contratos de alquiler indefinidos, la propuesta de Sumar
El grupo parlamentario Más Madrid (Sumar) con representación en el Congreso de los Diputados, ha presentado una iniciativa legislativa para reformar la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) y que la duración de los contratos de alquiler residencial tengan una duración indefinida para aportar una mayor estabilidad a los inquilinos.
«Seguridad residencial» y «certidumbre» son los dos aspectos más significativos que persigue la reforma de esta Ley de Arrendamientos, con el propósito de hacer del «alquiler un hogar«. Así lo defienden desde esta institución política, manifestando las condiciones de arrendamiento en los mercados residenciales y sus implicaciones para la sostenibilidad económica.
En esta línea, más allá de la revalorización de los contratos vigentes, la subida de los precios de alquiler se produce en un momento de firmar nuevos contratos y de alquilar el piso a un nuevo inquilino. Por tanto, la representación política de Más Madrid, liderado por Mónica García, defiende que este nuevo tipo de alquiler que se propone evita que, en un periodo entre cinco y siete años se puedan producir «subidas drásticas» del precio del alquiler. «Un pequeño cambio normativo es una gran transformación en la vida de la gente«, afirman desde Sumar.
Subarrendamiento sin permiso del propietario
El precio de la vivienda es un dolor de muelas para los ciudadanos, especialmente en algunas ciudades donde el alquiler no para de incrementar, como Málaga o Sevilla, entre otras. Por ello, las personas que se encuentran en régimen de alquiler optan por buscar compartir piso para paliar su economía sin proponer esta opción a su casero o, incluso, bajo su negativa.
Por ello, llegados a esta situación, la Ley afirma que el propietario del inmueble tiene derecho a rescindir el contrato de alquiler: «El incumplimiento por cualquiera de las partes de las obligaciones resultantes del contrario dará derecho a la parte que hubiere cumplido las suyas a exigir el cumplimiento de la obligación o a promover la resolución del contrato».
La legislación protege los derechos del propietario a la hora ceder su vivienda o inmueble para alquiler de cualquier índole. Por tanto, de acuerdo con el artículo 1.124 del Código Civil, que regula las consecuencias generales del incumplimiento de un contrato, el casero podría emprender acciones legales para rescindir el contrato ante la pérdida de derechos del inquilino sobre la vivienda. Además, esta circunstancia puede derivar en el desalojo de la casa o el piso, tanto para el arrendatario como para el subarrendatario de la vivienda.