La forma tradicional de hacer la compra en un supermercado, poco a poco, parece que va a ser sustituida por una tecnología cada vez más avanzada, que busca la comodidad de los compradores mediante un sistema más eficaz y que agilice el trámite de pagar los productos en el cajero. Así, por tanto, se deduce que en algunos establecimientos el famoso ‘carrito de la compra‘ va a dar paso a una nueva innovación tecnológica, aunque todavía no está implementado.
Se trata de la llegada de un carrito de supermercado inteligente, que se perfila como una alternativa a los ya tradicionales vehículos de cuatro ruedas y que está en fase de pruebas en algunas cadenas. Esta innovación permite a los clientes realizar sus compras sin necesidad de pasar por caja debido a la incorporación de pantallas táctiles, escáneres y cámaras que identifican los productos en tiempo real, lo que facilita el control del gasto y reduce el tiempo de espera, ya que el pago se puede realizar directamente desde el carrito.
Nuevos carritos inteligentes en los supermercados
Esta tecnología busca, principalmente, agilizar el proceso de compra y reducir el tiempo en tienda; es decir, mejorar la experiencia de compra del usuario. A través de la implantación de cámaras y sensores, los compradores pueden ir conociendo en tiempo real el gasto que llevan acumulado, ya que este nuevo carrito es capaz de identificar los artículos en función del peso, precio y marca.
Otra de las novedades más importantes está asociada al pago, una vez ha finalizado la compra y el cliente ha adquirido todo lo que tenía en lista. De este modo, en lugar de vaciar el carrito en la caja del supermercado, donde un empleado escanea el código de barras por el sensor para conocer el precio que tiene ese artículo, el cliente simplemente pasa por una estación de pago automatizada o recibe la factura en su móvil.
Aunque Mercadona y Lidl todavía no han hecho oficial la incorporación de estos carritos inteligentes a sus supermercados, lo cierto es que ya se plantea como una opción muy bien vista a corto plazo. De hecho, las grandes cadenas de distribución ya están explorando nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia y la comodidad de los clientes, por lo que se estima como «probable» que, con el tiempo, los carritos conectados lleguen a más supermercados.
Futuro de los cajeros de pago
Como todo lo relacionado con la tecnología, además de las ventajas que ofrece, también hay que tener en cuenta la mano de obra humana. Y es que la implantación de estos cajeros automáticos, disponibles en los carritos inteligentes, también podría repercutir en el sector del empleo, donde se reduciría el impacto del pago manual, método tradicional en los supermercados actualmente. Sin embargo, y para la tranquilidad de los trabajadores, su implantación requerirá tiempo y adaptación tanto por parte de los supermercados como de los consumidores, por lo que la transición no será inmediata.
No obstante, sí que habrá que estar atentos sobre la posibilidad de que los grandes almacenes y cadenas de supermercados tomen la iniciativa de implementar estos carritos inteligentes. De ser así, los clientes podrían disfrutar de numerosas ventajas ya que, además de facilitar el pago, estos carritos pueden integrarse con programas de fidelización, ofreciendo descuentos personalizados y mostrando ofertas en función de los hábitos de compra de cada cliente. También pueden utilizarse para mostrar publicidad o información sobre productos en promoción.
Aunque, eso sí, uno de los principales beneficios de los carritos inteligentes es la posibilidad de eliminar las largas esperas en caja, un aspecto que muchos consumidores valoran por la cantidad de tiempo que se podrían ahorrar al pasar por un cajero automático y recibiendo la factura en sus propios dispositivos móviles.