Cuando hablamos de obesidad y sobrepeso nos centramos sobre todo en lo referente a la ingesta de alimentos, pues una correcta nutrición y una vida saludable nos hará combatir sin problemas este fenómeno. Pese a ello, varios expertos aseguran que el bienestar psicológico y emocional de los niños son un factor determinante en la aparición de los primeros problemas de la obesidad infantil.
En este sentido, un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid especializado en trastornos de la conducta alimentaria (TCA) comenzaron a detectar que existía una relación entre los TCA y la obesidad infantil, pues en muchos casos estos se producían como respuesta de grupos vulnerables a los problemas que surgían.
¿Qué lleva a los niños a la obesidad?
Por esta razón, el Observatorio de la Obra Social de ‘La Caixa’ pusieron en marcha un proyecto con el objetivo de estudiar los factores que llevan a los niños al sobrepeso y la obesidad. En la investigación, se estudió a 220 menores entre 8 y 12 años derivados por pediatras que detectaban problemas de sobrepeso para confirmar que las desventajas socioeconómicas de las familias con obesidad y el sobrepeso infantil es cierto.
Según expone el estudio, en familias con ingresos y un nivel educativo más bajo, existe una mayor predisposición a problemas psicológicos, especialmente ansiedad, estrés y depresión, lo que se traduce en un mal ambiente familiar y propicia que los niños presenten un malestar psicológico que les genera una baja autoestima.
De hecho, tal y como confirma el estudio, un 58% de los niños con sobrepeso y un 65% de los que sufren obesidad, presentan un trastorno psicológico clínico, frente al 20% de los que padecen un peso normal. Por ello, se cree que se utiliza la comida como válvula de escape para acabar con esta tristeza y paliar el bajo autoestima.
Dejar de centrarnos en el peso y la comida para abordar la obesidad
Según el estudio, los menores experimentan mayor dificultad para ser conscientes de la cantidad de alimentos que ingieren y pierden el control a la hora de comer; así lo admiten el 49% de los niños que sufren obesidad y el 24% con sobrepeso, mientras que solo un 3,7% de los menores con peso normal lo refieren.
«Estos factores están relacionados entre sí y cada etapa predice la siguiente», señala Tatiana Lacruz, psicóloga general sanitaria en la Universidad Autónoma de Madrid y una de las autoras del estudio, quien destaca que este informe confirma que es «importante que dejemos de centrarnos en el peso y la comida al abordar la obesidad para centrarnos en la función que tiene la comida para estas personas, puesto que ésta demuestra un problema subyacente».
En palabras de la psicóloga: «si hasta ahora las intervenciones se centraban en cuidar los hábitos de alimentación y la actividad física vemos que para hacer frente a la obesidad es necesario introducir también la psicología para ayudar a las familias a regular las emociones».
Consejos reales para prevenir el sobrepeso
La obesidad y todas sus consecuencias son prevenibles. Algunos consejos de la OMS para conseguirlo y que podemos aplicar sin problemas en niño son:
- Realiza 150 minutos de actividad física moderada o intensa a la semana.
- Pasa menos horas frente a la pantalla del televisor, PC o móvil y sal al aire libre más a menudo.
- Reduce el consumo de bebidas gaseosas y jugos industrializados. Estas bebidas tienen muchas calorías y no aportan nutrientes.
- Disminuye las porciones de comida.
- Reemplaza las golosinas y productos procesados por frutas y verduras para prevenir la obesidad.
- Agrega verduras a todos tus platos de comida.
- Reduce el consumo de azúcar refinada.
- Prefiere los alimentos preparados al horno o a la plancha, reduce el consumo de frituras a solo 1 día por semana.