El volumen de personas con discapacidad (PCD) en edad laboral registrado en 2023 supone un incremento de 4.000 personas respecto al año anterior, según el análisis de la operación estadística del INE ‘El empleo de las personas con discapacidad 2023’, que se realiza en colaboración con Fundación ONCE y CERMI, y cuyo origen de datos resulta de la integración de los datos estadísticos proporcionados por la Encuesta de Población Activa con datos administrativos registrados en la Base de Datos Estatal de Personas con Discapacidad del IMSERSO, en el Registro de Prestaciones Públicas del INSS, en el Sistema para Autonomía y Situación de Dependencia del IMSERSO y en la Tesorería General de la Seguridad.
Si bien no es una cifra especialmente elevada, es preciso recordar que desde 2014 el crecimiento del colectivo se cifra en más de doscientas mil personas, es decir, un 11,7%. Dicho aumento no es homogéneo en cuanto a sexo se refiere, siendo mayor en el caso de las mujeres con discapacidad, que desde 2014 han sumado un 19,1% (más de 124 mil). La tasa de prevalencia se mantiene en niveles similares desde 2017, representando el 6,2% de la población con discapacidad en edad laboral.
Tasas de actividad, empleo y paro
La tasa de actividad apenas ha cambiado, con un incremento de dos décimas en 2023, situándose en un 35,5%. En el caso de la población sin discapacidad el aumento es de 6 décimas, subiendo hasta el 78,5%, lo cual supone un aumento de la brecha entre ambos colectivos. Este leve ascenso de la tasa de actividad en personas con discapacidad se debe a un cambio desigual entre hombres y mujeres, donde la tasa de actividad sube 1,4 puntos en las mujeres (35,1%), mientras que la de los hombres se reduce en 0,7 (35,8%), reduciéndose así la brecha de género y situándose la tasa de actividad en mujeres con discapacidad (35,1%) por encima de la de los hombres (33,7%).
Tomando una perspectiva temporal mayor, en 2014, la tasa de actividad de las personas con discapacidad se situaba en el 33,6%, más de 44 puntos por debajo que la población sin discapacidad. En 2023, dicha brecha se mantiene en 43 puntos por debajo, lo que refiere que no se han producido avances en este ámbito.
Poniendo el foco en los jóvenes con discapacidad (16-24 años) nuevamente se observan las notables dificultades que enfrentan en su acceso al mercado laboral. Su tasa de actividad se limita al 21,6%, lo que significa una pérdida de más de 3 puntos respecto a 2022. Además la distancia con los jóvenes sin discapacidad, lejos de estrecharse, avanza interanualmente, situándose 15,4 puntos por debajo, mientras en 2014 la brecha entre poblaciones era de 11,4 puntos porcentuales.
Respecto a la tasa de empleo, se ha incrementado en apenas 0,8 puntos entre las personas con discapacidad hasta el 28,5%, posicionándose 40,5 puntos por debajo de la alcanzada por la población sin discapacidad. En casi 10 años, la tasa de empleo se ha incrementado casi 6 puntos porcentuales (de 22,6% en 2014 a 28,5% en 2023), mientras que para el conjunto de personas sin discapacidad el ascenso se sitúa por encima de los 10 puntos porcentuales (de 58,9% en 2014 a 69,0% en 2023), lo cual de nuevo implica una mayor brecha entre colectivos. Se reduce la brecha de género en personas con discapacidad por un mayor aumento en el último año de la tasa de empleo entre las mujeres, con un incremento de 1,6 puntos porcentuales (de 26,7% a 28,3%), respecto al leve aumento entre los hombres (de 28,4% a 28,6%).
Los jóvenes con discapacidad vuelven a disminuir su tasa de empleo
Los jóvenes una vez más ven disminuir su tasa de empleo con respecto al año anterior, pasando de un 12,6% a un 11,9%, distanciándose cada vez más de los datos de los jóvenes sin discapacidad (una tasa 14,7 puntos inferior). Esta realidad se refleja igualmente en el volumen de contratos realizados al colectivo, donde los jóvenes tan solo suman el 9% del total, frente al 23% que representan los contratos a jóvenes en la población general.
La tasa de empleo más baja la registra la discapacidad psicosocial con un 19,0%, reiterándose así los datos del pasado año. La tasa de paro continúa con una tendencia decreciente disminuyendo 1,9 puntos porcentuales, pasando del 21,6% al 19,7%.
A pesar de dicho decremento continuado (13 puntos porcentuales desde 2014), la comparativa con la población sin discapacidad (12,0% en 2023) revela una diferencia entre ambos colectivos de 7,7 puntos, afectando el desempleo en mayor medida a las personas con discapacidad (19,7% en 2023). El análisis evolutivo arroja un cambio levemente positivo en este sentido, dado que, en 2014, la diferencia era de 8,4 puntos (32,7% en personas con discapacidad frente al 24,3% en personas sin discapacidad en 2014), por lo que apunta a una reducción de la brecha entre personas con y sin discapacidad. Dicho descenso se refleja igualmente entre los más jóvenes, cuya tasa de paro se sitúa en el 45,2% frente al 48,7% en el pasado ejercicio.