La triatleta española con discapacidad visual Susana Rodríguez tiene claro que su objetivo en los Juegos Paralímpicos de Tokio del año que viene es ganar una medalla; porque sino se estaría «engañando». Además, confesó que no sabía como había podido «sobrevivir a estos cuatro últimos años»; en los que ha tenido que compatibilizar la Medicina con su vida deportiva.
«A día de hoy, si dijera que mi objetivo no es el podio de Tokio me estaría engañando a mí misma», reconoció Susana Rodríguez. La atleta participó en los ‘Diálogos Paralímpicos’ que organiza Servimedia.
La gallega, ganadora de muchas medallas internacionales, no duda de que «cada victoria tiene su historia y es diferente». Para ella fue «genial» estar en Rio 2016, pero que una medalla el verano que viene en la capital japonesa «sería una pasada». «Mirando hacia atrás y todo lo que hemos vivido creo que sería el mejor broche, pero también es muy difícil», comentó.
Además, en Tokio tiene otro objetivo que es el de participar también en los 1.500 metros. Para esta ganó plaza para España con su cuarto puesto en los Mundiales de Dubai de 2019. Además, se convertiría en la primera deportista en participar en dos disciplinas diferentes en unos mismos Juegos.
«Voy a defender esta oportunidad al máximo»
«Tengo que repetir ahora la marca mínima y luego confiar en los criterios de selección porque es posible que haya más con mínimas que plazas, pero estoy superdispuesta a luchar y voy a defender esta oportunidad al máximo, para mí sería una pasada», admitió Susana Rodríguez.
Rodríguez vivió «un 2019 increíble» que le ha permitido tener ya la plaza matemática en triatlón y ahora está dispuesta a darlo todo por subir al podio paralímpico e incluso ha descartado «una opción de contrato» para dedicarse a sus especialidad de Medicina Física y Rehabilitación y «apostar por Tokio».
«Es difícil compatibilizar las dos actividades. Ya me pasó primero con el colegio, luego con la universidad y luego con el trabajo, pero te pones objetivos para el día a día y al final terminas por conseguirlos. Ahora solo entreno y cuando miro hacia atrás no entiendo como fui capaz de sobrevivir a estos últimos cuatro años», subrayó sonriente Susana Rodríguez.
La triatleta española indicó que por su discapacidad visual y de cara a mantener la distancia con su guía en el confinamiento por el coronavirus tuvo que entrenar con mascarilla; un elemento que «es más tolerable» cuando marcha en bicicleta, pero muy incómoda en la carrera a pie. También dejó claro, como «acérrima defensora» de las vacunas, que se pondrá la que salga para combatir el virus. Además, piensa que debe ser «un requisito» para poder viajar.
«Buena estructura» del deporte paralímpico español
Sobre el deporte paralímpico español, advirtió que tiene «una buena estructura» gracias principalmente al Plan ADOP, pero que «a nivel logístico y de gestión tiene todavía mucho que mejorar», pidiendo poner como «espejos» en este sentido a países como Gran Bretaña, Francia o Italia.
Susana Rodríguez tuvo una concentración con la selección nacional de paratriatlón la semana pasada en la localidad almeriense de Mar de Pulpí, un lugar con «instalaciones muy buenas», pero admitió que los problemas de comunicación desde Galicia, agravados por la pandemia, provocan que «muchas veces» le cueste mucho más moverse de su «cueva gallega».
Allí en Almería también se citaron los primeros deportistas del nuevo Programa de Promesas Paralímpicas, una iniciativa que considera «importante para que haya relevo generacional», un aspecto que es «una asignatura pendiente» en España. «Tenemos que estar en los colegios y los clubs para buscar niños para que podamos tener un equipo tan bueno como el que tenemos ahora. Es un proyecto ilusionante que hay que complementar con otro tipo de actividad y con necesidad de tiempo», opinó.