La celebración del Black Friday provoca que muchos establecimientos, marcas y supermercados rebajen sus precios durante varios días. Sin embargo, algunos expertos, como los profesionales de BBVA, advierten que estos descuentos muchas veces no son lo que parecen.
Es decir, algunas tiendas, comercios online y supermercados establecen descuentos que realmente no son tan elevados. Hay que tener en cuenta que no se debe generalizar en este tipo de afirmaciones, aunque la realidad es que no todos los descuentos del Black Friday son lo que parecen.
Expertos de BBVA avisan sobre los descuentos del Black Friday
Desde BBVA explican que «muchas veces pensamos que un producto que está rebajado un 60% o un 70% es realmente una ganga solo por el descuento que se le aplica sobre el precio de partida. Tendemos a fijarnos principalmente en el porcentaje de descuento que se le aplica, y a tomar decisiones de compra en base al mismo sin evaluar si el precio de partida es o adecuado (es decir, si no está inflado), y sin analizar si el precio final es realmente competitivo para la calidad del producto».
Es decir, al observar un porcentaje de descuento elevado, se genera una atracción hacia el consumidor. No obstante, es posible que se siga pagando un precio considerablemente elevado por un determinado producto. Este comportamiento particular se conoce como ‘sesgo del anclaje’, propio de las épocas de rebajas como el Black Friday. Además, algunas páginas webs o comercios online sustentan su negocio en el sesgo del anclaje.
Para evitar caer en el ‘sesgo del anclaje’ es importante que los consumidores lleven a cabo una serie de hábitos específicos a la hora de realizar sus compras. Un ejemplo muy básico consiste en realizar una comparación con las ofertas de otros establecimientos o comercios online en relación a productos similares.
Al respecto, los expertos de BBVA informan que «este comportamiento, el sesgo del anclaje, se produce también con la diferencia en el precio que estemos dispuestos a pagar en función de cómo se nos presenta un producto o en qué lugar lo vamos a comprar».
Ejemplos de rebajas ‘infladas’
Para observar con mayor detenimiento y claridad cómo funciona el ‘sesgo del anclaje’, los expertos de BBVA ofrecen varios ejemplos de ventas. Y es que las empresas suelen utilizar diferentes técnicas para vender sus productos.
Imagina que acudes a una óptica a comprar unas gafas de sol. Te ofrecen dos opciones similares, pero unas valen 100 euros y otras 200 euros estando rebajadas en un 50%, siendo su precio final de 100 euros. En este sentido, es probable que el comprador se decante por las gafas rebajadas, aunque tengan el mismo precio. Esto se debe a que la parte vendedora hace creer al comprador que las gafas rebajadas realmente cuentan con un precio más elevado.
Por todo ello, es recomendable que los consumidores analicen con detenimiento el precio y las características del producto que van a adquirir. Este análisis debe ser más exhaustivo en campañas como el ‘Black Friday’, donde todo parece rebajado de manera considerable.
Como conclusión, desde BBVA argumentan que «el sesgo del anclaje está muy vinculado al denominado sesgo de la conservación, que es la tendencia a darle más importancia al primer análisis, si ha sido positivo, y desestimar la nueva información que recibimos».