El Congreso aprobará el Pacto de Toledo en cuestión de días, momento en el que el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá detallará en que consiste este nuevo tratado que pretende regular el sistema de pensiones en España. Esta será la segunda gran reforma que el ministro deberá de sacar adelante después del Ingreso Mínimo Vital.
A pocos días de la aprobación de una medida tan importante, Escrivá ha aclarado en una entrevista con El País, muchas de las preguntas que se encontraban en el aire y que necesitaban una respuesta, como por ejemplo: ¿Qué pasará con los ERTE?.
El ministro se encuentra muy satisfecho por la respuesta que está ofreciendo los ERTE, sin embargo, atisba que cada vez el nivel de selección es más alto, por lo que se centrará en defender a los sectores más afectados por la pandemia «Si no actuamos así, podríamos diluir más el esfuerzo entre los distintos sectores y terminaríamos no siendo suficientemente contundentes para proteger a los que lo necesitan», recalca Escrivá para El País.
«El altísimo nivel de recuperación hasta octubre es una muestra de que este enfoque era correcto. Hay cadenas hoteleras, agencias de viaje, empresas de transporte, de ocio nocturno, todas esas actividades están paradas y ese es el grueso de sectores a los que hemos dirigido las ayudas», continúa.
Sin partida para los ERTE en los Presupuestos
Una de las incógnitas era ver si los ERTE iban a ser finalmente prorrogados o no, ya que estos no están incluidos en los nuevos Presupuestos Generales de 2021. En este sentido, Escrivá ha declarado que «obviamente» la ayuda se prorrogará y más aún en «una situación como esta». «Estamos dispuestos a hacer los esfuerzos necesarios para lograr la protección de rentas y de tejido productivo. Y eso es algo muy difícil de anticipar en unos presupuestos. No obstante, la normativa presupuestaria contempla estas eventualidades y permite hacer frente a gastos que pudieran surgir», aclara el ministro.
«En enero volveremos a reevaluar la situación como hemos hecho hasta ahora. Cualquier ejercicio de anticipación de medidas de este tipo tiene un carácter tan tentativo que es preferible consignar lo que está claro y luego tener disponibilidad para abordar lo que sea necesario», sigue.
En este sentido, Escrivá ha hecho mención al gran riesgo de pobreza que están alcanzando muchos trabajadores mayores de 50 años. Por ello, el ministro cree que «hay que reforzar políticas para que nadie se quede atrás. La solución fácil es la jubilación anticipada sin explorar políticas activas, subsidios de salarios… debe ser la última instancia».
Ingreso Mínimo Vital
En otro orden, el ministro ha quitado hierro a la polémica con el vicepresidente Pablo Iglesias por el Ingreso Mínimo Vital. «Hasta ahora hemos hecho dos modificaciones en el IMV para eliminar rigideces en el desarrollo de esta prestación, que no es fácil. Y en todo ese proceso, que ha sido sustantivo, no hemos tenido ninguna dificultad en el Gobierno para sacarlo adelante», declara.
Pese a la amplia cobertura a la que pretende llegar el Ingreso Mínimo Vital, aún más de 750.000 familias se encuentran a la espera de que se les pueda ofrecer la ayuda. «Esta es una medida estructural y estamos aquí para hacerlo bien porque es una medida que será duradera. Si no lo hacemos con los más altos estándares internacionales, no estaremos trabajando para que esta sea la red de protección social universal. Esto ha ocurrido en medio de una pandemia y hemos tenido que acelerar y, aunque sabemos que hay situaciones de vulnerabilidad dramáticas que atender», sentencia el ministro.
En cuanto al tiempo, Escrivá declara que se hará una «nueva evaluación en enero» para ver al número de personas que se ha llegado. «Me preocupa mucho más no estar llegando a personas que tenían derecho al IMV y no lo han solicitado por desconocimiento o falta de recursos de todo tipo. Ese es el mayor reto en este tipo de prestaciones. De momento, tenemos que evaluar», recalca.