Las mutuas de trabajo juegan un papel importante en los procesos de incapacidad permanente de los trabajadores, aunque únicamente en situaciones específicas. Además, las mutuas también desempeñan otras funciones claves.
Al respecto, los profesionales de ‘CampmanyAbogados’ explican que «las mutuas de trabajo son asociaciones privadas de empresarios (debidamente autorizadas por el Ministerio de Trabajo e Inmigración) que colaboran en la gestión de las prestaciones derivadas de los riesgos profesionales de los trabajadores. Aunque también pueden cubrir las contingencias comunes, según casos. Tanto del personal contratado por una empresa como de los autónomos, quienes dentro de su cuota mensual tienen derecho a estar adheridos a una mutua».
Funciones de las mutuas de trabajo
Las mutuas de trabajo son asociaciones que no tienen ánimo de lucro. En este sentido, su naturaleza es completamente diferente a las mutuas médicas o mutuas de seguro. Esto es algo que deben tener en cuenta los trabajadores.
Tal y como hemos comentado anteriormente, las mutuas de trabajo juegan su papel en los procesos de incapacidad permanente de los trabajadores. Además de ello, estas son algunas de las responsabilidades más importantes de dichas mutuas:
- Están obligadas a atender médicamente a los trabajadores a causa de un accidente de trabajo o enfermedad profesional. También deben hacer un seguimiento al empleado.
- Si la baja por incapacidad temporal deriva de accidente de trabajo o enfermedad profesional, la mutua es la responsable del pago de la correspondiente prestación. La cuantía es equivalente al 75% de la base reguladora del trabajador.
Durante el primer año de baja laboral, la mutua ingresa el dinero a la empresa y la empresa al trabajador. A partir del primer año de baja por incapacidad temporal, el trabajador comienza a recibir el pago directo por parte de la mutua.
Finalmente, desde ‘CampmanyAbogados’ advierten que «respecto a la atención médica que ofrecen, hay que tener en cuenta que si tiene lugar un accidente de trabajo, se ha de acudir a la mutua. Aunque si la situación es de urgencia y sus centros están cerrados habiendo riesgo vital para el accidentado, no hay que dudar en ir al hospital más cercano. Tras ello, cuando sea posible sí hay que dirigirse a la mutua para las gestiones correspondientes».
Las mutuas en la incapacidad permanente
Aunque muchas personas lo desconocen, las mutuas tienen la posibilidad de proponer al INSS (Instituto Nacional de la Seguridad Social) el reconocimiento de una incapacidad permanente para un determinado trabajador.
Si finalmente se concede la incapacidad permanente y se debe a contingencia profesional, la mutua también tendrá la obligación de afrontar el pago íntegro de la correspondiente pensión. Es decir, en estos casos no es responsabilidad de la Seguridad Social.
Sobre este asunto, los expertos de ‘CampmanyAbogados’ matizan que «lo que sucede es que, a posteriori, se acaba pagando desde el INSS: La mutua desembolsa un capital coste a la Seguridad Social en función de la esperanza de vida del afectado, y la entidad pública hace los ingresos al trabajador».
De manera paralela, las mutuas de trabajo también deben asumir el seguimiento médico al ciudadano al que se le reconoce una incapacidad permanente por contingencias profesionales. Este seguimiento siempre es obligatorio en caso de que la pensión de incapacidad haya derivado de un accidente de trabajo o enfermedad profesional.