Cada 1 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Personas Mayores, uno de los considerados colectivos vulnerables de nuestra sociedad. Según el último Censo de Población y Viviendas del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España cinco millones de personas viven solas, lo que equivale al 27% del total de hogares. De estos, más de dos millones corresponden a personas mayores de 65 años.
El INE también señala que en España residen 9.063.493 personas de 65 años o más, lo que equivale al 19,09% de la población total. Esta cifra es considerablemente más alta que en otros países y se espera que siga aumentando, impulsada por el incremento de la esperanza de vida. Sin embargo, vivir más años no garantiza que el cuerpo mantenga la misma agilidad, lo que puede llegar a incrementar el riesgo de accidentes domésticos con el paso del tiempo.
El baño y la cocina, principales estancias a adaptar para las personas mayores
Con motivo del Día Internacional de las Personas Mayores, que se celebra el martes 1 de octubre, los expertos de la plataforma de mejora del hogar, habitissimo, ofrecen recomendaciones para adaptar las viviendas a las necesidades de este colectivo, con el fin de fomentar su autonomía y mejorar su calidad de vida. Este día busca, además, reivindicar los derechos de las personas mayores y concienciar sobre la importancia de erradicar los prejuicios hacia ellos.
Los expertos de habitissimo señalan que el baño es la principal estancia para reformar para personas mayores de 65 años, ya que es uno los espacios con mayor riesgo de resbalones, caídas, malos gestos o dificultad para moverse. En concreto, los expertos afirman que una de las reformas más solicitadas es el cambio de bañera por ducha, una mejora que facilita la autonomía de las personas. Según los datos de la Guía de precios de habitissimo, el coste medio de realizar este cambio se encuentra en los 1.200 euros, dependiendo siempre de las dimensiones y los materiales elegidos.
Otra de las recomendaciones que realizan desde la plataforma para la mejora del hogar, es instalar un asiento en la ducha, fácil de plegar en una esquina que ayude a poder asearse con mayor facilidad y evitando posibles accidentes. «En el caso de que el asiento no se pueda incluir por el espacio del baño, podemos incluir elementos de seguridad como barras, agarraderas o pasamanos que permitirán acceder y salir de la ducha con una mayor tranquilidad y disminuyendo el riesgo de caídas», añaden desde habitissimo.
Otro de los espacios clave a reformar es la cocina. Si pensamos a largo plazo es importante que esta estancia cuente con áreas amplias que permitan la movilidad de personas mayores que puedan necesitar muletas, sillas de ruedas o andadores… En este sentido, los expertos destacan que hay determinadas distribuciones que pueden favorecer el alcance de este objetivo, por ejemplo, las que son en forma de “L” o bien una lineal. Asimismo, adaptar la altura de los muebles también será útil para que las personas mayores tengan a mano todo aquello que suelen usar con mayor frecuencia. Según los datos de la Guía de precios de habitissimo, el precio medio para amueblar una cocina es de 5.000 euros, aunque todo dependerá siempre de la dimensión del espacio y los materiales elegidos.
Otros elementos para mejorar las necesidades de las personas mayores
La iluminación es otro aspecto clave para adaptar la vivienda. Las personas mayores, debido al agotamiento o problemas visuales, suelen necesitar más puntos de luz. «Las zonas oscuras pueden suponer un riesgo para quienes han perdido agudeza visual. Iluminar pasillos o áreas mal iluminadas con luces LED es una excelente opción, y añadir pasamanos refuerza la seguridad», recomiendan los expertos.
Otro punto importante es revisar el ancho de las puertas para facilitar el paso en caso de que la persona mayor use una silla de ruedas. «Para personas con movilidad reducida, es esencial adaptar las puertas a un mínimo de 80 centímetros de ancho y, si es necesario, retirarlas por completo», explican los expertos.
Finalmente, es crucial eliminar obstáculos como escalones o desniveles. En caso de haberlos, se recomienda instalar rampas o, si es necesario superar alturas, sillas o plataformas salvaescaleras. También es fundamental asegurar que los suelos sean antideslizantes para evitar caídas. «Estas medidas no solo benefician a las personas mayores, sino también a quienes tienen discapacidad motora, facilitando su movilidad diaria», concluyen los expertos de habitissimo.