La herencia de una persona fallecida se reparte entre todos los herederos legítimos, así como aquellos que se incluyan en el testamento. Cuando fallece un familiar, lo primero que debemos hacer es comenzar un proceso de liquidación de los bienes en favor de los herederos.
Esto quiere decir que todos ellos deben tomar una decisión: rechazar la herencia, aceptarla en su beneficio, o hacerlo a beneficio de inventario. En cualquier caso, debe existir un testamento vigente que acredite que la persona fallecida repartió los bienes según sus últimas voluntades.
En caso contrario, tendrán que seguir la jerarquía sucesoria que se establece en el Código Civil: hijos y descendientes, padres y ascendientes, el cónyuge, hermanos y sobrinos, o e última instancia el Estado.
Qué influye en el coste de los impuestos por la herencia
Si aceptan la herencia, todos ellos tendrán que pagar los impuestos correspondientes. En este caso, estamos hablando del Impuesto de Sucesiones y Donaciones en España. El coste correspondiente por recibir una herencia, dependerá del valor de los bienes.
Es decir, si recibimos una mayor cantidad de dinero o bienes por herencia o donación, mayor será cantidad de impuestos a pagar. Asimismo, también será distinto el pago si vivimos en Madrid o en Andalucía, ya que también depende de la comunidad autónoma de residencia.
Por último, el pago del Impuesto de Sucesiones y Donaciones también es distinto según el grado de parentesco con la persona fallecida. Es decir, el coste del impuesto por recibir la herencia de una tía que ha fallecido, no será el mismo que el que debemos pagar por el fallecimiento de nuestros padres.
Qué impuestos debo pagar por la herencia de una tía
El tributo más importante al que se debe hacer frente a la hora de liquidar una herencia, es el Impuesto de Sucesiones y Donaciones. Sin embargo, el coste no será igual para todos los herederos, ya que hay factores que influyen en él.
En caso de que recibamos una herencia de una tía, el coste a pagar dependerá de la comunidad autónoma en la que vivamos. Por ejemplo, en Andalucía existe una bonificación del 100% hasta un millón de euros para descendientes, cónyuge y ascendientes. En su caso, será hasta 250.000 euros para familiares de línea colateral y por afinidad.
Si la persona fallecida vivía en Aragón, se aplicará una bonificación del 65% si la herencia no supera los 100.000 euros. En caso contrario, se deberá abonar el impuesto correspondiente.
En Castilla-La Mancha, la bonificación será del 80% en caso de que la cantidad supere los 300.000 euros. Por su parte, en Baleares existe una bonificación del 25% de la cuota entre hermanos, tíos y sobrinos, que sube al 50 % si el fallecido no tenía descendientes o los había desheredado.
Cada comunidad autónoma establece una bonificación para los herederos en caso de tener que pagar el impuesto. Por esta razón, te recomendamos que sigas el proceso con un profesional que te guíe durante el proceso de sucesión.