El cajero automático sigue en auge pese a que muchos lo daba por acabado tras la pandemia. Y es que la caída en desuso del dinero en efectivo, hizo sentenciar antes de tiempo a estos dispositivos, que sin embargo, son cada vez más numerosos. Cabe recordar, que el COVID propició que se usaran otros métodos de pago alternativos al dinero en efectivo y por tanto, este se usara menos de lo habitual. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que ni el metálico está por desaparecer de forma definitiva, ni por ende, los cajeros.
Al contrario, el cajero automático ha tomado más protagonismo que nunca. Bien es cierto que su uso más tradicional, era el de proveer a los clientes del banco correspondiente dinero en efectivo en cualquier momento. Un uso que sigue vigente, ya que como hemos dicho, el metálico sigue aun con vida en España. Pero además, las sucursales bancarias han visto en este dispositivo una herramienta fundamental para atender a su público sin necesidad de horarios ni personal disponible. Esto significa, que le han añadido funcionalidades.
La modernización de estos sistemas
Como hemos adelantado, el cajero automático ha tomado sin duda más presencia en las entidades bancarias. Tanto es así, que cada vez hay un número mayor de estos dispositivos que incluso en algunos casos, sustituyen al personal que había de cara al público en algunos bancos. Por tanto, además de sacar dinero en efectivo, ahora es posible ingresarlo en nuestras cuentas, hacer transferencias bancarias, actualizar las cartillas e incluso realizar pagos.
Este aumento de funcionalidades que ha adquirido cada cajero automático, ha provocado que además, se haya modernizado adaptándose así a los tiempos. Esto significa, que no era factible darle más protagonismo utilizando la metodología más tradicional, es decir, la de tener que introducir la tarjeta física para cualquier operación. Pues en la actualidad, hay una premisa clara para que algo funciones: Debe poder utilizarse con los dispositivos electrónicos que todos llevamos.
Y es si cargar con dinero en efectivo es algo arcaico, no lo es menos tener que llevar cualquier elemento adicional como puede ser una tarjeta bancaria. Es por ello, que es posible que hayas visto un cambio relevante en tu cajero automático. Se trata de una actualización que hace que este dispositivo sea compatible con la tecnología. Esto es mediante la implantación del sistema NFC (Near Field Communication), una forma de comunicación inalámbrica de corto alcance, con la que es posible transferir datos entre dispositivos electrónicos cuando están muy cerca uno del otro.
Cómo retirar dinero del cajero automático sin tarjeta
Si tu cajero automático es de última generación, quizás cuente ya con esta tecnología NFC (Near Field Communication). Este sistema hace posible operar con dos dispositivos que estén a pocos centímetros. Ambos deben ser compatibles con este sistema ya que al acercarlos, uno funcionará como activo y el otro como pasivo. En este caso uno sería el cajero automático y el otro un teléfono móvil.
Para poder sacar dinero del cajero automático con este sistema NFC, solo debes seguir las siguientes instrucciones:
- Entra en la app de tu móvil en la que tengas tu tarjeta ((la del banco, Google Wallet, etc.).
- Entra en ajustes y activa el sistema NFC.
- Acerca el dispositivo móvil que tengas a tu alcance (Teléfono móvil, reloj inteligente, etc.) al ‘contacless’ del cajero automático y mantenlo durante varios segundos.
- Ya solo debes introducir el PIN, como cuando operas con tu tarjeta de crédito normal, y utilizar el cajero automático como habitualmente.
La seguridad está garantizada a pesar de funcionar mediante el contacto de dos dispositivos. No obstante, tu teléfono móvil es ahora tu «tarjeta bancaria». Por ello, en caso de pérdida o robo, deberás cancelar todas tus tarjetas bancarias y denuncia el suceso.