Un estudio publicado por la revista Behavioural and Cognitive Psychotherapy detalla como la ansiedad puede producirse en situaciones como el regreso a la escuela. Esta investigación argumenta que los niños necesitan tiempo para ajustarse a la rutina y afrontar las emociones tras tanto tiempo en casa debido a la pandemia.
Una de las principales preocupaciones que aparecen en este curso es la amenaza del Covid-19. Esto interfiere en la vida de alumnos, padres y maestros, quienes deben de ser conscientes de tomar medidas para evitar la propagación del coronavirus.
«Los niños no son inmunes a las preocupaciones por su salud. Por ello, es esencial que seamos capaces de reconocer cuando las preocupaciones normales en torno a Covid se vuelven más problemáticas», dijo la autora del estudio Jo Daniels de la Universidad de Bath en el Reino Unido.
Entre los signos de estrés en los niños se encuentran el dolor de estómago, los problemas para dormir y el no realizar actividades que se disfrutan normalmente. Para los que están particularmente afectados por la ansiedad relacionada con la salud, «se podría esperar ver un lavado de manos excesivo, una evitación exagerada de tocar objetos por miedo a contraer el virus o una búsqueda repetida de tranquilidad por parte de los adultos, además de los signos habituales de estrés y preocupación«, añadió Daniels.
Según los investigadores, es posible que los niños no siempre puedan describir sus preocupaciones con claridad, por lo que debemos detectar cambios marcados en el comportamiento o preocupaciones que se interpongan en el modo vivir su vida con normalidad.
Las preocupaciones producen ansiedad también en los niños
El equipo que está detrás del estudio sugiere que las ansiedades de salud en los niños podrían estar desencadenadas por la enfermedad de un miembro de la familia, un amigo, o tal vez por las crecientes tensiones familiares debido a las preocupaciones relacionadas con la salud de los padres.
En estos casos, aconsejan a los padres y maestros que busquen ayuda profesional cuando la necesiten. Su orientación ofrece sugerencias sobre cómo la terapia cognitivo-conductual (TCC), incluida la que se realiza en línea o por teléfono, puede ser una opción de tratamiento eficaz para abordar las ansiedades de salud de los niños y jóvenes.
Durante la pandemia, el equipo ha destacado anteriormente las vulnerabilidades de la salud mental, incluida la ansiedad por la salud en los adultos y la soledad en los niños y jóvenes. Recomiendan que los padres o maestros que noten que un niño está preocupado por la salud les ofrezcan la oportunidad de hablar de sus preocupaciones escuchando atentamente sus inquietudes, y luego los alienten a encontrar formas de enfrentar y superar gradualmente sus temores.
El estudio señaló que entre las intervenciones sencillas que podrían ser útiles figuran la corrección de los malentendidos en torno al Covid-19 y las precauciones necesarias.