Una incapacidad permanente puede derivar de contingencias profesionales (accidente de trabajo o enfermedad profesional) o contingencias comunes (accidente no laboral o enfermedad común). En este sentido, pueden surgir dudas entre los ciudadanos sobre una enfermedad que da derecho a una pensión de incapacidad permanente.
Así, cualquier enfermedad puede ser susceptible de originar el derecho a una pensión de incapacidad permanente, siempre que ocasione en el trabajador una limitación o anulación de su capacidad laboral.
Características de la incontinencia fecal
En este caso, nos vamos a centrar en la posibilidad de obtener el reconocimiento de una incapacidad permanente por incontinencia fecal. Se trata de una situación que puede darse en varias circunstancias.
Respecto a ello, los expertos de ‘Fidelitis’ indican que «la incontinencia fecal es una condición médica que puede tener un impacto significativo en la vida de las personas que la padecen. Esta condición puede ser motivo de incapacidad permanente en ciertos casos, dependiendo de la gravedad y el impacto en la capacidad laboral del individuo».
La incontinencia fecal es una patología que puede tener consecuencias directas en la actividad laboral de un ciudadano. Si esto ocurre, puede que derive en el reconocimiento de una incapacidad permanente por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
Una incontinencia fecal puede derivar de diferentes causas, como daño muscular debido a cirugías, partos o traumatismos; daño nervioso originado por lesiones en nervios que controlan músculos del recto y esfínter; o por enfermedades gastrointestinales.
Con todo ello, los profesionales de ‘Fidelitis’ explican que «la incontinencia fecal es la incapacidad para controlar las evacuaciones intestinales, lo que puede resultar en la pérdida involuntaria de heces. Esta condición puede variar desde una pérdida ocasional hasta una incontinencia completa».
Incapacidad permanente por incontinencia fecal
La incontinencia fecal es un tipo de enfermedad que puede tener un impacto brutal en la calidad de vida de una persona. Fruto de esta patología, surgen situaciones de vergüenza, ansiedad, depresión y aislamiento social.
Todas estas situaciones afectan en la vida diaria y, consecuentemente, en el ámbito laboral. Por ello, sí que es posible obtener el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente debido a incontinencia fecal.
En este sentido, el Instituto Nacional de la Seguridad Social tendrá que analizar los siguientes elementos para determinar si dicha incontinencia puede derivar en el reconocimiento de una pensión de incapacidad permanente para la persona afectada:
- Frecuencia y severidad: Es decir, la frecuencia con la que aparecen estos episodios de incontinencia y su gravedad.
- Tratamientos y resultados: Tratamientos previos a los que se ha sometido la persona afectada, así como sus resultados. Si han supuesto o no una mejora en el trabajador.
- Impacto funcional: Aquí se analiza el modo en el que puede afectar la incontinencia fecal para el desarrollo de una actividad laboral y/o las actividades cotidianas del día a día.
Desde ‘Fidelitis’ argumentan que «en casos donde la incontinencia fecal es severa y no responde a los tratamientos, impidiendo al trabajador desempeñar su profesión habitual, puede concederse la incapacidad permanente total«.
Por otro lado, si la incontinencia es tan severa que impide al trabajador desarrollar cualquier actividad laboral, es posible que se reconozca una incapacidad permanente absoluta. Esta situación puede darse en aquellos casos en los que la incontinencia es constante.