El sedentarismo es una de las cosas que más pueden perjudicar al hígado de forma directa, pero no es lo único que puede afectar de forma negativa al este órgano. Tal y como recoge el diario As, hay otros motivos que pueden afectar directamente a esta parte del cuerpo.
Entre los motivos que afectan al hígado de forma negativa encontramos el consumo de alimentos ultraprocesados, el sobrepeso y la obesidad, no ingerir un desayuno correcto a diario, el consumo de suplementos para adelgazar, la ingesta excesiva de medicamentos y el consumo habitual de alcohol.