6 errores comunes al realizar la dieta cetogénica o Keto

La dieta cetogénica puede ser para muchas personas excesivamente restrictiva y algo difícil de llevar, pero si sabes cómo debes realizarla de forma adecuada no te costará nada seguirla

Hoy en día existen muchos tipos de dietas que nos ayudan a llegar al peso que queremos sin necesidad de realizar demasiados esfuerzos. Pero estas normalmente no son las más saludables ni las que nos van a permitir mantener este estado en el futuro. Por ello, la dieta cetogénica o Keto se ha posicionado como una de las más fiables, saludables y efectivas para los profesionales de la nutrición y para los amantes de la vida ‘fit’.

Esta dieta no es más que restringir ciertos alimentos, y dar cabida a otros que nos aporten más cantidad de grasas y menos de hidratos de carbono. De esta manera, nuestro cuerpo llegará a un estado de cetosis que hará que ese exceso de grasa que hemos consumido se convierta en energía. Además, la ingesta de proteínas también tiene que estar dentro de unos parámetros determinados.

Tipos de dieta cetogénica existen muchas, desde la vegetariana, sucia, estricta, perezosa y carnívora. Todas ellas con unas determinadas instrucciones para poder realizarlas de manera efectiva. Quizás la perezosa es la que utilizan la mayoría de personas para adentrarse en este mundo de la dieta Keto, pero realmente la más efectiva es la estricta.

6 errores comunes a evitar si realizas la dieta Keto

Si somos nuevos en la dieta cetogénica, algunas recomendaciones te costará seguirlas al pie de la letra. Y es que hay muchos alimentos que no deben incluirse, y otros muchos que son esenciales añadirlos en nuestras comidas. Por ello, es importante conocer al menos cuáles son los errores habituales a la hora de hacer la dieta Keto. Y es que si realmente quieres llegar rápido y seguro a tu objetivo de adelgazamiento, merecerá la pena esforzarse al máximo para lograrlo.

alimentos dieta cetogénica o KetoNo ingerir grasas saludables derivadas de comida real

Este tipo de dieta se basa principalmente en la ingesta masiva de grasas, para que nuestro cuerpo posteriormente las convierta en energía. Pero debemos tener en cuenta que tipos de grasas hay muchas, y debemos dar prioridad a las que provienen de alimentos saludables denominados ‘comida real’.

No pedir la ayuda y la supervisión de un profesional

La dieta cetogénica puede resultar muy restrictiva y dañina si nuestro estado de salud no es del todo óptimo para realizarla. Por ello, es de suma importancia que acudamos a profesionales que entiendan de la materia. Y nos puedan aconsejar acerca de las posibilidades reales que tenemos de llevarla a cabo.

No bebes la cantidad adecuada de agua

Beber agua es algo fundamental para conservar un buen estado de salud. Pero si estás realizando la dieta Keto esto se convierte en algo muy necesario. Y es que en esta dieta, el consumo de frutas y verduras está bastante restringido. Por lo que esta fuente de hidratación natural de nuestro organismo la hemos eliminado casi por completo.

Hombre bebiendo agua

No dar importancia al ejercicio físico y centrarse solo en la dieta

Esto es uno de los errores más comunes que se cometen cuando estamos realizando cualquier tipo de dieta, no solo la dieta cetogénica. Y es que pensamos que solo con restringir los alimentos o centrarnos en una forma de alimentación vamos a conseguir resultados positivos. Y nada más lejos de la realidad. Hay que dar la misma importancia a la realización de ejercicio físico diario.

Ingesta de carnes como única fuente de proteínas

Además de consumir carne para aportar a nuestro cuerpo las proteínas necesarias, podemos acudir a otros alimentos. Tales como pescados, frutos secos y semillas y legumbres con un alto contenido en ácidos grasos.

Incluir en nuestros platos pocas fuentes de vitaminas y minerales

Además de consumir un número determinado de grasas, proteínas e hidratos de carbono, las vitaminas y los minerales también son muy importantes en la dieta Keto. Y es que al comer muy poca cantidad de frutas y verduras, debemos esforzarnos en ingerir otros alimentos que nos aportan los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro organismo.

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