La incapacidad temporal es una situación en la que el trabajador no puede desarrollar su actividad laboral debido a una serie de lesiones o enfermedades. Como su propio nombre indica, se trata de una situación temporal y a corto plazo.
Esto quiere decir que cuanto el trabajador recibe el alta médica después del tratamiento oportuna podrá reincorporarse a su puesto de trabajo de forma normal. Así ocurre en la mayoría de ocasiones.
Sin embargo, una incapacidad temporal también puede derivar en una pensión de incapacidad permanente, siempre que así lo considere el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Y es que en este sentido, las causas que dan lugar a una incapacidad temporal pueden ser las mismas que para la incapacidad permanente. Es decir, enfermedad común, enfermedad profesional, accidente de trabajo y accidente no laboral.
Así, es necesario tener claro que en función de la causa de la incapacidad temporal, la Seguridad Social establece unos requisitos específicos para acceder a la baja médica. Del mismo modo, también afecta a las cantidades a recibir.
Causas que motivan la extinción de la incapacidad temporal
La Seguridad Social recuerda los diferentes motivos que pueden provocar la extinción del derecho a permanecer en situación de incapacidad temporal. Exponemos dichas causas a continuación:
- Alta médica: Una vez que el médico de cabecera o el Tribunal Médico den el alta al paciente de forma automática queda extinguida la situación de baja médica y el trabajador debe reincorporarse a su puesto de trabajo.
- Por haber transcurrido el plazo máximo de 545 días en situación de incapacidad temporal. A partir de ese momento finaliza la baja médica y el trabajador queda a expensas de que el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) reconozca la incapacidad permanente o no.
- Por jubilación.
- En caso de fallecimiento.
- Por incomparecencia a una citación de control de la baja médica.
- Ante el inicio de un procedimiento de incapacidad permanente a instancias del INSS, ICAMS o EVI.
En este último caso, desde la Seguridad Social aclaran que el trabajador puede solicitar la incapacidad permanente encontrándose de baja médica. En ese caso, el trabajador no perderá el derecho a la incapacidad temporal.
Cuánto puede durar la incapacidad temporal
Primeramente, el tiempo máximo ordinario de incapacidad temporal es de un año. No obstante, esta duración puede prorrogarse a lo largo del tiempo en función de diferentes situaciones.
Una vez transcurrido un año de baja médica, el Instituto Nacional de la Seguridad Social citará al trabajador para valorar su estado de salud. Así, pueden darse tres situaciones posibles:
- Qué reciba el alta médica al encontrarse en perfecto estado de salud.
- Que sea propuesto para percibir una pensión de incapacidad permanente en alguno de sus grados.
- O que se establezca una prórroga de la incapacidad temporal en un máximo de 180 días.
No obstante, si el trabajador llegase a cumplir 545 días de baja médica por incapacidad temporal, el INSS debe analizar de nuevo su situación. Así, podría ser propuesto para una incapacidad permanente, que se de alta médica o que de forma extraordinaria se prorrogue durante seis meses más la incapacidad temporal hasta los 2 años.