Cuando una persona tiene 50 años y no tiene empleo, su búsqueda de trabajo es más complicada, ya que se le considera un colectivo vulnerable en este sentido. Por tal motivo, tanto el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) como el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) tiene diferentes prestaciones y subsidios para este colectivo en materia de desempleo.
Es decir, hablamos de unas ayudas económicas para estos colectivos que no tienen empleo y además tienen dificultades para encontrarlo. Y son varios tipos diferentes las que pueden solicitar, algo que ya saben desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones que ya estudia la unificación de muchas de estas ayudas para crear un único subsidio por desempleo.
A continuación vamos a ver cuales son algunas de las posibles ayudas, subsidios o prestaciones que pueden solicitar las personas desempleadas mayores de 50 años.
SUBSIDIO PARA MAYORES DE 45 AÑOS
Este subsidio va dirigido a las personas trabajadoras que han agotado la prestación contributiva por desempleo y tienen 45 años o más y no tienen responsabilidades familiares a su cargo. Como es obvio, las personas interesadas en recibir esta ayuda deberán de cumplir una serie de requisitos que fija el SEPE.
La cuantía máxima que pueden recibir con este subsidio es del 80% del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), que en 2023 está fijado en 600 euros, que son 480 euros mensuales.
SUBSIDIO PARA MAYORES DE 52 AÑOS
Esta ayuda va dirigida para las personas que tienen 52 años o más y han agotado la prestación o subsidio por desempleo. Para ello, deberán de cumplir una serie de requisitos fijados por el SEPE, que con está prestación busca dar ayudas a las personas que se acercan a la jubilación y están desempleadas.
Un requisito fundamental para recibir la ayuda es no poseer ingresos que excedan el 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
La cuantía máxima que pueden recibir con este subsidio es del 80% del IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), que en 2023 está fijado en 600 euros, que son 480 euros mensuales.
RENTA ACTIVA DE INSERCIÓN (RAI)
Esta prestación está dirigida a las personas que se encuentran en situación de paro y no tienen derecho a la prestación contributiva ni al subsidio por desempleo, que pueden solicitar la renta activa de inserción (RAI). La cuantía máxima mensual alcanza los 480 euros.
La persona interesada deberá de solicitar cita previa para presentar la solicitud en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Si es persona desempleada de larga duración o persona con discapacidad, previamente, deberá acreditar ante el servicio público de empleo autonómico de su oficina la realización de acciones de búsqueda activa de empleo (BAE).
RENTAS DE INSERCCIÓN AUTONÓMICAS
Estas prestaciones están dirigidas a las personas y familias que carecen de recursos económicos suficientes para cubrir sus necesidades básicas, acompañado además de un proceso de intervención social.
Esta prestación económica recibe diferentes denominaciones en función de la comunidad o ciudad autónoma, tales como salario social básico, ingreso mínimo de inserción o renta garantizada.
INGRESO MÍNIMO VITAL
La Seguridad Social lanzó en plena pandemia del Covid-19 esta ayuda social para para todas aquellas personas y familias en situación de vulnerabilidad.
El Ingreso Mínimo Vital es una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que viven solas o están integradas en una unidad de convivencia y carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas.
En 2023, las cuantías de esta ayuda van desde los 565 euros al mes hasta los 1.243,83 euros y son complementarias con un empleo e incluso con los subsidios por desempleo del SEPE. Para acceder se deben de reunir una serie de requisitos como no superar el umbral de ingresos.