Desde hace unos años la espirulina ha ido ganándose el respeto del ámbito alimentario dado a la gran cantidad de beneficios que tiene para el cuerpo esta alga. Sin embargo, como todo en la vida, el consumo de espirulina debe de estar regulado para evitar dar lugar a precauciones y contraindicaciones que terminen por jugarnos una mala pasada en nuestra salud.
La gran popularidad que ha adquirido la espirulina viene dada por sus supuestos beneficios para bajar de peso. En polvo, cápsulas o tabletas, la espirulina se puede utilizar como complemento dentro de una dieta bien equilibrada. Esto se debe sobre todo a su efecto saciante; además, podemos tomarla 15 minutos antes de cada comida con dos vasos de agua para favorecer la pérdida de peso.
Pese a que esta alga se suele vender como algo beneficioso, no deja de ser un suplemento que si queremos ingerirlo debemos de consultarlo con nuestro médico de cabecera. De no ser así, es posible que hagamos un mal uso de esta alga dándonos lugar a una serie de efectos adversos en nuestra salud.
5 Precauciones para tomar espirulina
Para tomar este suplemento dietético debemos de tener ciertas precauciones y consultar su consumo con un médico en caso de que queramos empezar a tomarlo de forma continuada. En algunos casos puntuales es mejor evitar su consumo, ya que podría dar lugar a efectos contrarios a los que esperamos. Estas son las cinco precauciones que debemos tomar para empezar a consumir espirulina:
Personas con patologías autoinmunes
Pese a que su ingesta fortalece el sistema inmune, en algunas patologías como en la esclerosis múltiple, el lupus, la artritis y otras patologías con la misma base, la espirulina es capaz de reforzar este efecto y agravar estas afecciones.
Personas con trastornos hemorrágicos
La espirulina posee un efecto antiocoagulante, lo que enlentece la acción de las plaquetas que bloquean las heridas en los vasos sanguíneos. De esta manera, es posible que la acción de detener las hemorragias se vea afectada. Por ello, quienes tomen medicamentos para estos casos, por patologías como fibrilación auricular o ictus, deben evitar el consumo de espirulina. Esto puede intensificar la aparición de hematomas y de sangrados intensos.
Pacientes de fenilcetonuria
La fenilcetonuria es una enfermedad, que pese a tener una baja aparición en la población, estos pacientes padecen una alteración en el metabolismo del aminoácido llamado fenilalanina. Para estas personas, la espirulina está contraindicada, si lo hacen su cuerpo no puede concretar el metabolismo particular y aparecerán los efectos adversos.
Mujeres embarazadas
Por el momento no existen datos certeros que expongan los efectos de este suplemento durante el embarazo. Eso sí, es conocido que las salgas puedan estar contaminadas por toxinas o metales, por lo que se recomienda evitar su ingesta en mujeres embarazadas. Esto se debe a que la intoxicación por metales pesados afecta a diversos órganos del cerebro, los riñones y los glóbulos rojos, siendo susceptibles a la acumulación de los tóxicos, que a medio plazo pueden dar lugar a otras patologías. Además, la placenta y la unidad de comunicación entre el feto y la madre también es propicia a intoxicarse con metales pesados.
Personas con alergia
Algunos estudios han logrado comprobar que la espirulina tiene un componente alergénico, por lo que es muy posible de que genera reacciones adversas en personas con alergia.