A veces puede llegar a parecernos curioso como dependiendo del lugar, sus habitantes reúnen unas ciertas características que parecen asemejarse. Sin embargo, esto nunca es fruto de la casualidad. Entonces, ¿A qué se debe? Entre las razones más evidentes, están los hábitos que todos ellos comparten. Pues bien sea por costumbre, por las características del lugar o por la forma de vida, es habitual que las personas que viven en una misma zona, compartan su forma de vida, o al menos, esta se asemeje.
Esto es precisamente lo que ocurre en un pueblo llamado Hunza, situado en un remoto valle de Pakistán. La característica de este lugar, es que tiene a los ciudadanos más longevos del mundo. Tanto es así, que muchos han sido los expertos que han estudiado su forma de vida para averiguar por qué gran parte de su población, logra superar los 120 años sin sufrir ninguna enfermedad. Se podría decir, que son muchas las personas que acuden a este lugar en busca del secreto de la eterna juventud.
No obstante, como en muchos de estos lugares alejados del mundanal ruido de las grandes urbes, siempre hay una parte de mito, que en este caso, parece que en algunos casos viene dado porque los habitantes no conocen con exactitud, la edad que tienen. No obstante, lo que sí es cierto, es que existen lo que se han denominado las zonas azules. Lugares donde las personas viven más años, sin enfermar y de una forma más feliz.
Pero, ¿Qué secretos aguarda este nivel de vida sano y feliz? Pues bien, conocemos cuáles son los hábitos que estas poblaciones comparten para vivir más años. En este caso, ha sido una conocida escritora de viajes, Samantha Shea, que trabaja, desde que se casó con uno de sus habitantes, de forma remota en el valle de Hunza, la que ha conseguido sintetizar, algunos de los hábitos más característicos de esta longeva población.
5 hábitos de los ciudadanos de Hunza para vivir más y ser feliz
El mundo más rudimentario, es en muchas ocasiones, más saludable que el resto en el que vivimos enganchados a malas costumbres. Y es que llevar unos hábitos de vida saludable, está bien y sabemos hacerlo en la teoría. Sin embargo, en la práctica, factores como el trabajo, el estrés y la falta de tiempo, nos impiden muchas veces llevarlos a cabo. Precisamente por la ausencia de muchos de los estímulos a los que nosotros estamos expuestos, hay lugares donde tener hábitos saludables, es muchos más habitual y sencillo.

Si nos centramos en este pueblo del valle de Hunza, los tres primeros hábitos que la escritora, Samantha Shea, nos destaca, seguro nos son conocidos. En primer lugar, los habitantes de este lugar, nunca dejan de moverse (Deporte). Se trata de un entorno montañoso y extremadamente accidentado, lleno de acantilados y lo suficientemente aislados, como para que sus habitantes tengan que estar acostumbrados a pegarse grandes caminatas. Y ya sabemos el el deporte o el no sedentarismo, es bueno para la salud tanto física como mental.
El segundo de sus hábitos es que no comen procesados (Buena alimentación). Precisamente por lo aislado del lugar, no hay restaurantes ni cadenas de comida rápida. Todo lo contrario, se alimentan con productos autóctonos y frescos, con verduras que se cultivan en la zona, como tomates, patatas o espinacas, y carne que proviene del animal local. El cuanto al tercero de los hábitos, es que beben agua de glaciar (Hidratarse con agua). Y es que parece ser, que a diferencia de otras aguas, esta se filtra de forma natural naturalmente mediante capas de hielo y roca y contiene minerales beneficiosos para la salud.
Características más especiales
Lo llevemos a cabo o no, los tres primeros hábitos no son de sobra conocidos: Hacer deporte, comer sano y beber agua. Sin embargo, hay otros dos hábitos más que también debemos destacar. En cuarto lugar, parece ser que los habitantes de Hunza, dan mucho valor a la comunidad. Esto significa, que «No existen residencias de ancianos. Los mayores son muy respetados y atendidos por sus familias«, explica Shea. Y es que está demostrado, que las relaciones sociales pueden mejorar la salud y alargar la vida.
El último hábito puede ser el más diferencial en cuanto a cualquier lista de hábitos para llevar una vida saludable. En este quinto lugar, se trata del uso de las semillas y el aceite de albaricoque, el cual se usa frecuentemente como base de su alimentación. Se ha demostrado que este ingrediente, es una buena fuente de compuestos con actividad antioxidante, anticancerígena, antimicrobiana y antiinflamatoria, por lo que también puede ser importante a la hora de enumerar la buena vida de estas personas.