En muchas ocasiones el uso del aire acondicionado es tan necesario para dormir como una buena ducha fría. Y es que en verano la temperatura media de nuestra casa puede llegar a los 30 grados en los días de más calor. Por lo que realmente la hora de conciliar el sueño puede ser una auténtica pesadilla si no tenemos la ayuda de este aparato eléctrico que va a refrescar nuestro hogar en cuestión de minutos. Sin embargo, esto puede ser efectos negativos en nuestro cuerpo que debemos tener en cuenta a la hora de decidir si realmente queremos dormir con el aire acondicionado encendido o no.
Y es que, según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), el 20% de las enfermedades respiratorias que se producen en verano son debido al uso de este aparato. Sobre todo si hacemos un uso de él para conseguir dormir por las noches. Por esta razón, merece la pena pararse a pensar si queremos sufrir las consecuencias del aire frío y seco del aire acondicionado o preferimos intentar dormir a más de 25 grados.
Pero cuando el calor aprieta cualquier cosa es buena para reducir unos grados la temperatura media de nuestra casa. Sobre todo si hablamos de los meses de julio y agosto en los que en muchas ciudades de España las temperaturas llegan por la noche a los 35º.
Razones por las que debes evitar dormir con el aire acondicionado
Existen varias razones por las que lo mejor es evitar el uso del aire acondicionado por la noche. Siendo necesario intentar conseguir dormir sin el aire que produce, ya que puede llegar a dañar la garganta y las vías respiratorias.
Así, algunos de los efectos negativos más comunes de dormir con el aire acondicionado son:
Reseca el ambiente de la habitación
El uso del aire acondicionado por las noches es muy negativo para nuestro cuerpo ya que consigue eliminar la humedad del ambiente de la habitación. Esto tiene como consecuencia directa la sequedad de la mucosa y los ojos. Lo cual puede derivar a largo plazo en una faringitis o rinitis. Por esta razón, lo mejor es dormir con un ventilador que no afecta a la humedad de la habitación.
Provoca catarros
Como hemos mencionado anteriormente, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha informado de que casi el 20% de los catarros que se producen en verano son a causa del uso del aire acondicionado. Sobre todo si lo hacemos durante la noche, momento en el cual nuestra respiración funciona de forma distinta a la que lo hace a lo largo del día. Además, por otro lado, los contrastes de temperaturas también pueden afectar al sistema inmunitario del cuerpo humano.
Produce deshidratación
Al estar en una habitación con el aire acondicionado encendido, perdemos la sensación de sed ya que estamos en un ambiente donde la temperatura no sube de los 20º. Por ello, estar mucho tiempo expuestos al aire frio y seco de este aparato eléctrico es realmente peligroso. Y puede ocasiones diversos episodios de deshidratación que van a afectar tanto físicamente a nuestro cuerpo como a nuestro estado de ánimo a diario.
Provoca más alergias
De la misma forma que puede producir un mayor número de catarros, el aire acondicionado encendido durante toda la noche también va a aumentar las alergias. Por lo que las personas que tengan problemas de este tipo deben evitar exponerse a lo largo de las horas de sueño al aire frío de este aparato. Además de también aumentar las crisis asmáticas.
Provoca contracturas musculares
Por último, otra de las consecuencias más comunes de usar el aire acondicionado por la noche es que podemos llegar a sufrir contracturas musculares. Ya que el aire frío que lanza el aire acondicionado, junto con la falta de humedad en el ambiente, puede provocar rigidez muscular. Para evitar esto, lo mejor es que consigamos poner la dirección del aire frío hacia otra distinta a donde nosotros estamos. Para de esta manera evitar que el frío incida directamente en nuestros músculos.