A la hora de emprender, uno de los mayores miedos a los que se enfrenta un empresario es al de sufrir impagos por parte de sus clientes. Este hecho puede tener graves consecuencias si se sufre de forma continuada. Pues el problema no es solo que una cierta cantidad de dinero deje de entrar en tu negocio. Es mucho más. Este hecho, puede lastrar el crecimiento y consolidación de la empresa sin que se pueda hacer mucho por subsanar y remontar la situación.
Esto significa que cuando sufres un impago, no solo te afecta por la pérdida de ganancias que justifica el desarrollo de la actividad de tu empresa. El problema va mucho más allá. Pues además, los costes asociados a los productos o servicios impagados, repercutirán, de una forma indirecta, en la generación de rentabilidad. Por tanto, la estabilidad de tu empresa en su conjunto, puede ponerse en peligro.
Que una empresa sufra de impagos parciales o totales, puede lastrar de tal manera su actividad económica, que puede llevarla al cierre. Especialmente, en el caso de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) donde el margen de maniobra para afrontar esta pérdida de dinero, es mucho más pequeña que en una gran compañía.
Sigue estos 5 consejos para evitar impagos
Especialmente ahora con la cuesta de enero, muchas empresas se enfrentan a retrasos o inclusos impagos tras prestar un servicio. Para evitar que este hecho pueda poner en peligro la estabilidad de tu empresa, es fundamental tener un plan para reducir la morosidad del negocio. Es más, es esencial que cuentes con ciertas herramientas evitar enfrentarte a esta situación. Si no sabes como hacerlo, a continuación te damos 5 consejos para evitar impagos:
Centralizar la facturación
Emplear un software de gestión de cobros puede ser una buena forma de controlar mejor los pagos pendientes y así poder prevenir la morosidad. Conocer en un solo clic los datos de tus clientes y su historial de pagos, puede ponerte en sobre aviso antes de volver a trabajar con esa persona. Además, con el uso de una plataforma que unifique todo lo relacionado con esta gestión, logramos una mayor eficiencia y reducimos el riesgo de cometer errores.
Realizar previsiones de tesorería
En el proceso de reclamación, la inmediatez en el inicio de acciones es crucial para obtener unos resultados óptimos. Por ello, revisar en todo momento lo que tienes que cargar diariamente, te permitirá comenzar los procesos de reclamación tan pronto como se produzca el impago.
Control diario
De igual modo, establecer una rutina de control de los saldos y movimientos es fundamental. De no hacerlo, puedes encontrarte con sorpresas desagradables de tal magnitud, que te sea imposible hacerles frente. Además, de esta forma tendrás controlados los posibles impagos.
Contemplar cláusulas para frenar la morosidad
Para prevenir la morosidad, se pueden incluir en el contrato cláusulas con penalizaciones para impagos o los pagos fuera de plazo. De esta forma, evitarás clientes que tengan pensado no pagar o suelan pagar con retraso.
Reclamar inmediatamente
Es muy útil también, tener previsto un protocolo de reclamación con diferentes niveles de presión en función del tiempo transcurrido desde el vencimiento. Esto no significa que pueda haber excepciones. Siempre es útil conocer la situación de los clientes y tener cierta paciencia si es la primera vez. Por ello, es importante modular la presión a realizar, en función de esas circunstancias personales.