Para aquellos que no han dormido lo suficiente por la noche, una siesta puede ser la solución perfecta. El sueño nos puede ayudar a recuperarnos del estrés y permite que nuestros órganos vitales tengan tiempo para descansar. Por eso, no dormir lo suficiente puede tener una cascada de efectos perjudiciales.
Tipos de siestas
- Las siestas se pueden escribir de tres maneras diferentes:
- La siesta planificada: (también llamada siesta programada) implica tomar una siesta antes de que realmente te dé sueño. Puedes usar esta técnica cuando sabes que estarás levantado más tarde de la hora normal de acostarte o como un mecanismo para evitar cansarte más temprano.
- La siesta de emergencia: se produce cuando de repente se siente muy cansado y no puede continuar con la actividad que realizabas. Este tipo de siesta puede utilizarse para combatir la conducción somnolienta o la fatiga al realizar trabajos forzosos.
- La siesta habitual: se practica cuando una persona toma una siesta a la misma hora cada día. Los niños pequeños pueden quedarse dormidos a la misma hora cada tarde o un adulto puede tomar una siesta corta después del almuerzo cada día.
Recomendaciones a la hora de echarse una siesta
- Se suele recomendar una siesta corta (20-30 minutos) para estar alerta a corto plazo. Este tipo de siesta proporciona un beneficio significativo para mejorar el estado de alerta y el rendimiento físico y cognitivo, sin dejarle aturdido o sin interferir con el sueño nocturno.
- El entorno donde duermes puede afectar en gran medida su capacidad para dormirse. Asegúrese de tener un lugar tranquilo para la siesta y que la temperatura de la habitación sea confortable. Intente limitar la cantidad de ruido que se escucha y el alcance de la luz que se filtra.
- Si te echas una siesta demasiado tarde en el día, podría afectar sus patrones de sueño nocturno y dificultar que se duerma a su hora de acostarse. Si al contrario lo haces temprano, su cuerpo puede no pedirle dormir más.
Beneficios
- Las siestas pueden restaurar el estado de alerta, mejorar el rendimiento y reducir la falta de destreza y accidentes. Un estudio de la NASA sobre pilotos militares y astronautas somnolientos encontró que una siesta de 40 minutos mejoraba el rendimiento en un 34% y la alerta en un 100%.
- Según la fundación Sleed, las siestas pueden aumentar el estado de alerta en el período inmediatamente posterior a la siesta y pueden prolongar el estado de alerta unas horas más tarde en el día. Por lo que su rendimiento a la hora de realizar trabajos o cualquier otra actividad, puede ser mayor.
- También se han recetado siestas programadas para las personas afectadas por la narcolepsia.
- La siesta tiene beneficios psicológicos. Una siesta puede ser un lujo agradable, unas mini-vacaciones.
Efectos negativos
Las siestas pueden dejar a las personas con inercia de sueño, especialmente cuando duran más de 10-20 minutos. La inercia del sueño se define como la sensación de aturdimiento y desorientación que puede venir con el despertar de un sueño profundo. Si bien este estado suele durar sólo de unos pocos minutos a media hora, puede ser perjudicial para quienes deben actuar inmediatamente después de despertarse de una siesta. El deterioro y la desorientación posteriores a la siesta son más graves, y pueden durar más tiempo, en las personas que se ven privadas de sueño o que duermen la siesta durante períodos más largos.
La siesta también puede tener un efecto negativo en otros períodos de sueño. Una siesta larga o una siesta tomada demasiado tarde en el día puede afectar negativamente a la duración y la calidad del sueño nocturno. Si tiene problemas para dormir por la noche, una siesta sólo amplificará los problemas.
Un estudio ha indicado que la siesta se asocia con un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca en las personas que ya están en situación de riesgo.