Mantener el correcto funcionamiento de nuestra flora intestinal es algo que deberíamos realizar para tener una buena salud y bienestar. Lo cierto es que para tener esto, lo mejor es tener un estilo de vida saludable que nos permita disfrutar de la buena conservación del sistema inmunitario.
En el mercado existen una gran cantidad de alimentos que van a ayudarnos a conseguir este objetivo. Pero los yogures son los más efectivos, y de los que más variedad vamos a encontrar.
Además, estos podemos tomarlos a cualquier hora del día. Y si no tienen ningún tipo de azúcar añadido, y solo los tomamos naturales, estaremos beneficiando la actividad de nuestro organismo.
La flora intestinal es la encargada, a grandes rasgos, de evitar que las bacterias infecciosas proliferen en nuestro organismo.
Esta va a hacer que tu cuerpo tenga la suficiente cantidad de nutrientes esenciales para que puedas estar tranquilo y con un buen estado de salud.
Por ello, merece la pena incluir en nuestra alimentación diaria algunos tipos de yogures que tengan en su composición una gran cantidad de bacterias buenas para ayudar a la actividad de la flora intestinal.
A continuación, vamos a hablar de algunos de estos lácteos. Los cuales son perfectos para combatir las infecciones que pueden surgir por el mal funcionamiento de nuestra microbiota.
3 yogures para mejorar la función de la flora intestinal
El yogur es un probiótico esencial que cuenta con casi 100 millones de bacterias y muchas propiedades para nuestro organismo.
El consumo de alimentos con probióticos, como el yogur, permite mantener el equilibrio del sistema digestivo y de la flora intestinal.
Yogur natural entero
El yogur natural entero es uno de los más beneficiosos para mejorar nuestro organismo en muchos aspectos. Y es que, además de proteger nuestra flora intestinal, también va a mejorar la salud de nuestro estómago.
El yogur natural sin ningún tipo de añadidos es el alimento perfecto para tomar a cualquier hora del día. Incluso esos en los que no te apetece ingerir ningún alimento, y necesitas nutrientes para seguir con tu jornada.
Para elegir el mejor, lo más recomendable es que te fijes en la etiqueta del producto. Una de las cosas más importantes que deben cumplir todos los yogures es estar elaborados a base de leche y fermentos lácteos.
Yogur griego
El yogur griego es una buena alternativa si queremos cambiar de la textura tradicional del yogur natural. Como todos los yogures y leches fermentadas, el griego es una fuente de proteínas muy saludable para nuestro organismo.
Este contiene potasio, magnesio y vitamina A, y se compone de una gran fuente de probióticos que nos van a proporcionar muchos beneficios a nuestro organismo.
Como por ejemplo, mantener el buen funcionamiento de nuestra microbiota. Y es que este tipo de yogures van a aportar a nuestra flora intestinal una gran cantidad de bacterias buenas que van a combatir a las bacterias infecciosas.
Kéfir
El kéfir contiene muchos compuestos y nutrientes, como la biotina y el folato. Estos van a ayudar a poner en marcha el sistema inmunológico y proteger sus células.
Por otro lado, este tipo de lácteo contiene grandes cantidades de probióticos, las fuerzas especiales del mundo microbiano.
El kéfir también contiene otro compuesto poderoso que se encuentra solo en esta bebida probiótica. Un polisacárido insoluble llamado kefiran.
Este ha demostrado tener propiedades antimicrobianas, que pueden combatir la candidiasis en muchas de sus formas.
Más alimentos probióticos que ayudan a la flora intestinal
Pero el yogur no es el único alimento probiótico que ayuda a la flora intestinal. El tempeh o los quesos fabricados con leche sin pasteurizar son algunos de los productos ricos en probióticos que podemos añadir a nuestra alimentación.
Pero hay uno de ellos que quizás es más desconocido para la mayoría de las personas, como son las aceitunas y los encurtidos. Estos son una fuente de vitaminas y propiedades probióticas esenciales para apoyar el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.
Si comemos aceitunas u otros encurtidos todos los días, vamos a ver como el poder antioxidante de estos alimentos tienen un efecto positivo en nuestro cuerpo. Por ejemplo regulan el metabolismo, equilibran los niveles de azúcar en sangre, tienen un poderoso efecto saciante, disminuyen el deseo de ingerir alimentos azucarados, combaten la diarrea y el estreñimiento y refuerzan el sistema inmunológico.