Muchas personas en España tienen un gato como mascota. Así, cualquier persona se centra en que su animal de compañía se encuentre en buen estado y viva lo mejor posible. Sin embargo, pueden darse situaciones que no se pueden controlar.
Al tratarse de un animal, es posible que su gato atraviese por diferentes estados durante su vida. Por ello, los profesionales de ‘Anicira’ exponen un total de 10 señales que podrían indicar que su gato se siento mal.
«Anicira es una sociedad protectora de animales sin fines de lucro dedicada a aumentar el acceso a la atención veterinaria y poner fin al sufrimiento de los animales», explican desde la propia protectora.
Señales que indican que un gato se siente mal
Una de las señales que indica que su gato necesita acudir a un veterinario es si tiene esfuerzo para orinar. Una infección o bloqueo en las uretras puede poner en peligro la vida del animal. Ante una situación de este tipo, es importante llevar a su mascota al veterinario para que analice su estado de salud.
En segundo lugar, una señal de alerta la encontramos en posibles sangrados, ya sean por una herida, por la boca o a través de la orina o heces. Aunque pueda resultar complicado, frente a este tipo de síntomas es importante mantener la calma y analizar bien la cantidad de sangrado para poder explicarlo a un especialista en veterinaria.
Por otra parte, los expertos de ‘Anicira’ argumentan que «si su gato colapsa y no puede pararse, debe comunicarse con un veterinario de inmediato, ya que podría significar un problema con su corazón, pulmones, cerebro o circulación sanguínea».
Como cuarta señal a tener en cuenta, estos profesionales destacan la lucha por respirar. Algunos síntomas que avisan de que su gato tiene dificultades para respirar son: cuello estirado, mayor movimiento del pecho, encías con un color azulado, jadeos o que se acueste habitualmente con los codos hacia afuera.
Otros síntomas importantes
Los vómitos intensos y recurrentes en el tiempo pueden advertir al usuario de un problema con su mascota. Frente a este tipo de casos, es fundamental acudir con su gato a un veterinario.
En otro orden de cosas, desde ‘Anicira’ argumentan que «el dolor severo es una emergencia y, por supuesto, todos los gatos deben estar protegidos de un sufrimiento innecesario. Sin embargo, a pesar de lo difícil que es ver a nuestros amigos peludos con alguna incomodidad, es crucial utilizar los servicios veterinarios de manera adecuada para que estén disponibles para emergencias potencialmente mortales».
Si detecta que su gato presenta dificultades para caminar, es posible que tenga una lesión en alguna de sus patas. Por ello, es preciso conocer el origen del problema, para ofrecer una solución y establecer el mejor plan de rehabilitación posible.
Otra sintomatología parecida aparece si su gato camina arrastrando las patas traseras y/o llora en voz alta. Este hecho podría significar que se ha producido un coágulo de sangre y se ha bloqueado el suministro hacia las patas. Normalmente, ante esta situación, es necesario aplicar una intervención quirúrgica.
Finalmente, también es posible observar signos neurológicos en la mascota. Es decir, cambios en la coordinación, modificaciones en la capacidad de respuesta o convulsiones constantes.
En caso de que crea que su gato cuenta con algunos de estos síntomas, es esencial que acuda a un especialista en veterinaria cuanto antes. Al igual que ocurre con los seres humanos, la detección precoz de determinadas dolencias puede marcar la diferencia.